El verano es tiempo de bodas, también entre la aristocracia y los círculos de la jet-set. Y una de las citas de este verano tenía a dos mujeres jóvenes, muy enamoradas y con apellidos poderosos como grandes atractivos: hablamos de Inés Bilbao y Beatriz Moreno. La de más pedigrí es Inés Bilbao-de la Cierva, nieta y sobrina de marquesas y duques y con ancestros al servicio de los Reyes Católicos. También tiene vínculos con los Falcó: su madre, la periodista de moda Teresa de la Cierva, es hermana de Fátima, quien estuvo casada con el padre de Tamara Falcó. De allí surgieron dos criaturas, Duarte y Aldana, hermanos de la hija de Isabel Preysler y primos de la novia de 27 años, disc-jockey y profesional de la publicidad. Tamara, gran estrella nupcial del verano 2023, no tiene ningún parentesco con ella. Es el cromo que le faltaba, el de la marquesa de Griñón. Lástima.

El caso es que Inés y Beatriz hacía mucho tiempo que trabajaban y salían juntas, recorriendo el mundo con viajes cinco estrellas y quemando las noches madrileñas en las pistas de baile y las cabinas de pinchadiscos. Sus looks causaban sensación en la noche pija de la capital, siempre divertidas y sin manías. Lo demostraron en la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con Teresa Urquijo. Provocaron más de una alucinación entre los asistentes, la mayoría rancios y acartonados con mayúsculas, como el flamante matrimonio. El gran paso, el del compromiso, llegaba el año pasado durante una de sus expediciones en Vietnam y Filipinas. Inés le pidió matrimonio, y Beatriz aceptó enseguida. Un cuento de hadas.

El enlace estaba previsto para el 31 de agosto en la casa de los Bilbao-de la Cierva en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz. Los preparativos, adelantadísimos; los invitados, convocados de manera oficial. Quién más, quién menos, ya tenía outfit, alojamiento y todo lo necesario para disfrutar del gran día de las jóvenes. Solo hay un pequeño inconveniente: han dado un paso atrás y han cancelado la boda. Una decisión drástica que no parece tener explicación, como aquello del torero a la fuga Juan Ortega: en redes sociales ninguna de las protagonistas ha dicho media palabra, y es más: Inés, la más activa, sigue subiendo material como si tal cosa, mientras las imágenes románticas y llenas de recuerdos de la pareja no han desaparecido de la plataforma. Un detalle que puede hacer pensar en una futura reconciliación, en una segunda oportunidad. Pero eso, de momento, no son más que especulaciones.

Inés Bilbao y Beatriz Moreno / Instagram

La revista '¡Hola!' es quien tiene la versión de los padres de Inés: "Ha sido una decisión valiente y difícil de tomar para ellas pero seguro que será lo mejor para las dos". 'Vanitatis', por su parte, asegura que "han decidido tomarse la decisión con cierto humor y apoyar a su hija en todo lo que suceda a partir de ahora, conscientes de que es un momento duro para la joven". 4 años de historia de amor y una boda cancelada son, sin duda, un potencial drama que hay que digerir lentamente. 'Los ricos también lloran', recuerdan?

Beatriz Moreno e Inés Bilbao / Instagram