El Intermedio ha celebrado 2000 programas con una edición especial en directo desde la madrileña sala Florida Park. Un aniversario que se ha convertido en una gran fiesta, llena de humor, música, invitados de campanillas y en la que se repasaron los mejores momentos vividos a lo largo de sus 13 años de vida. Pero no todo han sido elogios para el programa conducido por el Gran Wyoming, que conscientes de la urticaria que produce el espacio entre sus detractores, han querido invitarles a participar en la gala:"No veo el intermedio", "no les felicito", "Wyoming me cae mal", "no me gustan sus ideas ni la cadena" o una mujer que decía cosas como "pido objetividad. A mí me gustan las cosas blancas, como en la Cope".
El programa de La Sexta convertía así las críticas en una parte más de un espectáculo que reunió a un 10'5% de espectadores en todo el estado, un 9'4 en Catalunya. Vimos a Wyoming cantando con Miguel Ríos, Ana Belén y Amaral, los cameos de Antonio Banderas, Zapatero, Sabina o Carmena, y los mensajes de felicitación de Pedro Sánchez, por ejemplo.
Pero el espacio de sátira política no acaba, ni mucho menos, en la figura de su conductor. De hecho, el programa lo componen casi un centenar de profesionales, como recordó una reivindicativa Sandra Sabatés (quien por cierto perdió el zapato nada más pisar el escenario).
De entre todos ellos, también destacamos la Thais Villas y Dani Mateo. La reportera, que agradecía a Wyoming "haber apostado por mí en un momento en el que las reporteras de televisión eran exuberantes, y yo tengo las gafas más grandes que las tetas", dirigía un encuentro con políticos como Irene Montero, Toni Cantó, Andrea Levy y María Jesús Montero en la que jugaron al Yo nunca nunca con unas copas de por medio. El inocente (a priori) juego fue revelador de las ansias de protagonismo de Cantó, que parecía sufrir el efecto Zelig. Le pasa de todo: ha ido de resaca al Congreso, sueña con ser presidente de la Generalitat valenciana y pone a parir a los compañeros y jefes de su partido. Él iba bebiendo y bebiendo, no fuera que el espectador no se diera cuenta de su presencia.
Y otro de los referentes del programa, Dani Mateo, de lo que Sabatés dijo "que cada vez que pasapor delante de un juzgado se le activa el wifi", repasó sus vídeos "para que mí madre sepa en qué trabajo". Una vez hecho eso, Mateo soltaba una de las perlas del programa: "Wyoming es un padre para mi: Dependo económicamente de él y estoy deseando meterle en una residencia".
Quizás por ello le pusieron a hacer un casting para encontrar el sustituto ideal del presentador. Un proceso que ganó Andreu Buenafuente, una de las apariciones estelares del programa especial. ¿Os imagináis cómo sería El Intermedio con Andreu?