La muerte de Manuel Cuyàs ha dejado a todos aquellos que lo conocían y compartieron mil y una tertulias con él, en estado de shock. Los últimos días la sociedad catalana ha tenido que llorar la pérdida de nombres ilustres de la cultura. Cuando todavía no nos hemos recuperado después de las defunciones de Pau Donés o de Rosa Maria Sardà, este lunes se ha sabido la triste pérdida de uno de los periodistas más reconocidos del país a los 67 años víctima de una leucemia.

TV3

Desde que se ha sabido la noticia, son muchas las voces que han querido expresar su pésame y han lamentado la muerte de un referente de los medios de comunicación. Y de entre todas las voces que lo han recordado, especialmente conmovedor ha sido el testimonio de alguien que los últimos quince años, prácticamente lo vio cada semana, colaborando en sus programas de radio y televisión. Xavier Graset, director y presentador del Més 324, ha recordado a alguien que había pasado la simple relación profesional para pasar a considerarse un amigo. Cada semana el periodista mataronense intervenía en el programa de Graset en TV3 para exponer sus ideas y hacerlo con una manera como sólo él sabía hacer, tal como ha destacado Graset en El món a RAC1, programa donde precisamente también colaboró Cuyàs, en una recordada tertulia de los miércoles: "Él y yo siempre nos enganchábamos porque tenía un ademán de pitufo gruñón".

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En resumen, que con su bondad se saltaba los códigos de las tertulias por el forro: "Cuyàs, siempre decía 'un momento', y yo lo tenía que cortar. Pero era una persona con un conocimiento... tenía una capacidad de coger un tema cotidiano y decir anécdotas, un pozo de conocimiento". Un Graset que no ha podido contener la emoción al reconocer que "Estoy fastidiado, muy mal. Le quería como a un hermano y me sabe mal que nos haya dejado y que no lo haya superado".

 

Descanse en paz.