En el mundo del periodismo hay una máxima: se puede entrevistar a todo el mundo, lo importante son las preguntas. No existe el interlocutor prohibido, aunque en tiempo de corrección política y de redes sociales  se acostumbra a condenar las entrevistas a personas que no gustan. El trabajo del periodista es conseguir la entrevista y sobre todo pensar las preguntas para no blanquear el entrevistado, para evitar que cuele discursos de odio, mentiras o desprecios. Así todo el mundo puede recibir preguntas pero no todas las preguntas se pueden hacer. Algunas se evitan por ser de mal gusto, por formar parte de la intimidad o porque denotan ignorancia de quien las formula. Es lo que pasa con una pregunta que muchos catalanes han oído alguna vez en su vida, sobre todo fuera de Catalunya por parte de determinados ciudadanos españoles: "No entiendo por qué habláis catalán. ¿Con qué fin?". No llega ni a catalanofobia, es analfabetismo. Como resulta agotador tener que responderla, un conocido locutor de RAC1 y TV3, Òscar Andreu, famoso también por sus tuits sin ambages, ayuda a los catalanohablantes exhaustos regalándoles la respuesta más mesurada posible:

Òscar Andreu TV3

Òscar Andreu acepta el reto de considerar hablar catalán como una búsqueda de objetivos "Con qué fin hablas catalán" y ha encontrado el mejor objetivo de todos, que no es solo hacerse entender, hablar la lengua materna, expresarse con el idioma que amas, con el que te has educado, que te gusta, que tiene una sonoridad preciosa, que es tu lengua. Hay un objetivo no principal pero muy útil: "Uno de los objetivos de hablar catalán es la detección instantánea de una cantidad poco despreciable de imbéciles". No falla, quien ostenta tanta ignorancia, mala fe y prepotencia como para preguntar en voz alta por qué alguien habla su lengua solo puede ser un imbécil. ¿Alguna pregunta más?

La anterior herramienta de Óscar Andreu para detectar camareros catalanófobos: la falta de clientes

Òscar Andreu es un habitual tuitero en defensa de la lengua y en tiempo de pandemia, cuando no había turistas en Barcelona, detectó otro fenómeno insólito en el centro de la capital: los camareros entendían el catalán y no ponían mala cara ante el jeroglífico "Un cafè amb llet, si us plau". Su tuit fue muy aplaudido:

Òscar Andreu, TV3
Bares y terrazas vacíos durante el coronavirus en BCN, foto: EN

Un paseo por el centro de Barcelona permitía ver el vacío de las calles, que habitualmente llenan los turistas, a causa del coronavirus. Y los establecimientos de restauración se estaban arruinando. Andreu percibía un cambio de actitud con el consumidor local. Ahora todo de repente los restauradores ya entienden el catalán. No es que los camareros habían aprendido la lengua del país a toda prisa durante la pandemia. Es que a la fuerza ahorcan: necesitaban euros catalanes y no podían despreciarlos. El catalán es una herramienta fabulosa, no solo de comunicación, sino de detección de imbéciles. Mejor campaña de promoción de uso de la lengua, imposible.