El día a día de los personajes públicos está constantemente bajo el escrutinio de los medios y los seguidores. Íñigo Onieva, conocido por su relación con Tamara Falcó, sigue explorando formas para intentar pasar desapercibido en medio de la atención mediática que lo rodea. A continuación, te contamos una de las estrategias que adoptó recientemente para mantener un perfil bajo.

La tensión que puede existir entre la vida personal y la exposición pública es difícil de sobrellevar. Íñigo Onieva lo sabe bien y es que, a pesar de su relación con una figura tan conocida como Tamara Falcó, ha tratado de mantenerse sigiloso. Sin embargo, la atención constante de los medios le sigue complicando este objetivo. Hace un tiempo atrás, su reacción al salir de una misa reflejó el agotamiento que puede generar el estar siempre en el punto de mira.

Al salir de un evento religioso con la marquesa de Griñón, el empresario no pudo evitar sentirse abrumado por la cantidad de periodistas y cámaras que lo esperaban. En un momento que muchos catalogaron como inesperado, mostró su frustración ante la situación. Con una expresión de incredulidad, Onieva explotó y dijo que no podía creer lo que estaba sucediendo. Teniendo en cuenta estos episodios pasados y la fama exacerbada de su mujer, el joven opta por evadir de una manera muy singular a la prensa. 

Íñigo Onieva se esconde, pero sigue sin despistar a los reporteros

Antes de comenzar el desfile en la Mercedes Benz Fashion Week, Tamara fue entrevistada. Y uno de los temas personales que comentó fue, precisamente, la aventura de San Valentín de su marido que se comentó. Ese día, los medios lo captaron escondido tras unos contenedores. El objetivo era evitar ser el centro de las miradas, por lo que terminó en un hotel mientras lo esperaban para cenar. Además, la presencia de Íñigo en redes sociales es mínima y controlada. Aunque anteriormente compartía momentos de su vida personal y profesional, decidió tomarse con mucha seriedad sus publicaciones. Esta acción le ayuda a mantener su vida privada alejada del foco mediático y cerciorarse mejor de la narrativa que se genera a su alrededor.

Otra de las tácticas es asistir a la menor cantidad de eventos sociales de gran relevancia. En lugar de acudir a galas y fiestas donde podría ser fotografiado, el ingeniero prefiere encuentros más íntimos. Y es por ello que cultivó un círculo cercano de amigos que respetan su deseo de privacidad. Al rodearse de personas que entienden su situación y que no buscan aprovecharse de su fama, logra mantener un ambiente más tranquilo y alejado de la atención.

Íñigo Onieva continúa implementado diversas estrategias para intentar camuflarse en un mundo de constante exposición. Desde su elección de salidas hasta su limitada presencia en redes sociales, cada acto revela su deseo de llevar una vida más tranquila y menos expuesta. En un círculo donde la fama puede ser abrumadora, estas decisiones buscan encontrar un equilibrio entre sus actividades personales y la atención pública.