Héctor Bellerín no está cuajando demasiado en su retorno al F.C.Barcelona. El barcelonés volvió el verano pasado después de muchos años en el Arsenal de Londres y de una estancia más cortita en el Betis, en Sevilla. El equipo verdiblanco ocupa un espacio importante en el corazón del lateral. Hay una razón sentimental: su padre es seguidor incondicional del equipo de Heliópolis. Las imágenes de Bellerín, sentado en el campo y llorando el día que dejó de vestir la camiseta de los andaluces demostraban que, si fuera por él, se hubiera quedado para siempre en Sevilla. Pero el mundo del fútbol es como es, los béticos no podían afrontar su fichaje por motivos económicos y tuvo que volver a Inglaterra, donde no lo querían. Por eso buscó una salida, y esta fue la del Barcelona, el club donde creció y se convirtió en un jugador importante. Se bajó el sueldo de forma drástica para completar el movimiento. Lástima, sin embargo, que las lesiones no lo hayan respetado y que su rendimiento no haya convencido a Xavi Hernández.
A pesar de no tener mucha presencia en el terreno de juego, Bellerín es un hombre que siempre destaca fuera del ámbito futbolístico. Principalmente por su atractivo físico y por su atrevimiento en cuestiones de moda: todo le queda bien. Lo que quizás no conocíamos tanto es su capacidad para mojarse en temas sensibles. Lo hizo justo antes del mundial de Qatar, haciendo un ejercicio de sinceridad encomiable: reconocía que profesionalmente no ir con la selección era una decepción, pero expresaba su rechazo insobornable al régimen del Emirato y a la situación dantesca de los derechos humanos en aquel país. La hipocresía no va en su ADN.
Bellerín se declara apolítico, de izquierdas y a favor de pagar más impuestos
Héctor lo ha vuelto a hacer: está en boca de todo el mundo por una entrevista que ha concedido al diari Ara en la que habla de temas ideológicos, de impuestos y de un asunto caliente, caliente para un jugador catalán y del Barça: la independencia. Deja un reguero titulares: "Soy apolítco, pero de izquierdas", "vengo de una familia en la que había meses que teníamos que hacer maravillas para poder comer", "debemos ser conscientes de lo que tenemos, de dónde venimos y deberíamos ser los primeros en querer ayudar a la estabilidad de nuestra sociedad". Vaya, pagar más impuestos: sabe que es un privilegiado por formar parte del mundo del deporte de élite. Estas frases ofrecen poco margen a la interpretación, no así los que hacen referencia a la cuestión catalana. Aquí hay chicha.
El unionismo en éxtasis al oír a Bellerín: se siente español y no se moja por el referéndum
El unionismo se ha exaltado al oír algunas de sus manifestaciones. Está muy bien, aunque pasan por alto partes importantes de su discurso. Ellos sabrán. Estas son las frases de Bellerín: se siente catalán, pero "soy español porque mis padres son de fuera de Cataluña". En cuanto al referéndum de independencia de 2017, saludan como una oposición brutal y sin fisuras la figura acrobática que hace para evitar responder directamente: "Me pilló en Londres". Lo que no parece importarles nada de nada es otra sentencia que deja negro sobre blanco y que podría chafarles la fiesta: "Defiendo un mundo global en el que todo el mundo sea libre para moverse y sentir lo que quiera". Imaginamos que también el anhelo independentista, ¿verdad? La respuesta la tiene Héctor Bellerín, claro. El resto solo hace elucubraciones y expresa deseos. Los regalos de Reyes, sin embargo, llegan el día 5 por la noche. El resto son pamplinas. En todo caso, echemos una ojeada al chup-chup de las redes.
A falta de fútbol, Bellerín se destapa como un crack de las palabras. De las que dice... y de las que omite.