Helena Garcia Melero ha vuelto. Pasan los años y cada temporada de TV3 plantea las novedades, las caras nuevas, que si vuelve Anna Simón después de parir con un reality de campesinos, El tros, que si vuelve a Àngel Llàcer con un nuevo reality de actores, La Perla, o si vuelve a Toni Soler. Pero quien siempre está allí desde hace años con programa diario, de 3 horas con éxito de crítica y público es Melero. En TV3 la han vestido con un "estilo masculino", según la Vestiteca, pero luce igual que siempre. Maravillosa cada mediodía:
Para el primer día ha estrenado colaborador para la sección de 40 años de TV3, el omnipresente Eloi Vila, y ha recuperado sensaciones de antes de las vacaciones: conexiones, tertulias, crimen y cocina, un batiburrillo que combina como solo ella sabe hacer. Este verano Melero ha tenido un momento tierno en Catalunya Ràdio, presentar un nuevo miembro de su familia. Y en la centralita de TV3 los espectadores se enfadan cuando lo explica así pero es tal cual: Lola es el perro de la familia. La periodista aclara que no es un ser humano pero sí un miembro más de la familia, a quien amar y quien cuidar. Lola Melero:
Lola es una perra de raza schnauzer que vive con Melero y sus tres hijos, Maria, Blanca y Joan, desde hace 6 años. Llegó por Navidad cuando era un cachorro de tres meses y todo el mundo quedó enamorado. Es gritona cuando suena el timbre de casa, entiende qué le dices cuando hablas con ella y es la reina de Cadaqués. Helena la mima tanto como puede, llevándola a la peluquería y con las golosinas que más le gustan. "Muy peluda, muy finita, come bolas y come el pícnic de los bañistas, come chuches de palo con pollo, golosinas. Solo se las compro yo y ella me relaciona con estas chuches y cuando yo llego le digo siéntate y se relaja comiendo. No lo enseño a hacer ninguna cosa, se sienta y da la patita. Al principio se hacía pipís por todo el piso de Barcelona, con el mocho todo el día, fue duro. El fin de semana siempre nos vamos, también a la Cerdanya y está en relación con la naturaleza. Lola porque me gusta mucho para los perros un nombre de persona. Mi anterior perra se llamaba Àgata. A una hija mía le habría podido poner Lola". En Catalunya Ràdio confesó que muchos espectadores se irritan por decir que es un miembro más de la familia. "Pues sí, lo es".
En Instagram le critican incluso el nombre: "No me gustan los nombres de persona, Lola se llama mi madre". Puestos a criticar, cualquier cosa vale. Melero tiene un perro, que no es mascota ni animal de compañía, es otro miembro de la familia. Si el amor se contagia, qué manía de negar que quien quiera ame a quien quiera. Eso no quiere decir que los perros sean humanos o que tengan el mismo valor que un humano. Son seres vivos que decidimos amar si queremos. No cuesta entenderlo. El amor nunca está de más. Tot es mou, un año más con la mejor presentadora que tiene TV3.