Una de las falacias más cínicas que rodean al madridismo y con la cual se llenan la boca de manera sistemática los aficionados del conjunto blanco se resume en una palabra que sacan a pasear cada dos por tres y que no puede ser más falsa: hablamos de aquello del señorío. ¿Señorío?, el que tengo aquí colgado. Los seguidores merengues se piensan que son el club más señor del planeta, los más integros y ejemplares, pero se olvidan de que el señorío se lo acostumbran a pasar por el forro cuando las cosas no van como a ellos les gustan, cuando les pitan cosas en contra (y sacan vídeos vergonzosos a través de Real Madrid TV), cuando sacan a escena a los habituales voceros a hacer de altavoces de Su Florentineza o, como acaba de volver a pasar, cuando el Barça visita el Bernabéu o el WiZink Center. Y ya no digamos si uno de los jugadores vestidos de azulgrana vistió de blanco en el pasado. Que se lo pregunten a Luis Enrique, por ejemplo, o al flamante nuevo fichaje del Barça de baloncesto, Willy Hernangómez.
Hernangómez es uno de los fichajes de este nuevo Barça de baloncesto, que ha sufrido muchos cambios con respecto a la temporada anterior y que espera conseguir muchos éxitos, ahora de la mano de Roger Grimau en el banquillo, con jugadores nuevos y talentosísimos como Jabari Parker, Darío Brizuela, Joel Parra o Willy Hernangómez. El pívot madrileño, el mayor de una saga de jugadores de baloncesto a cuál mejor, ha venido con ganas de demostrar que es un profesional de la cabeza a los pies y que a pesar de su pasado madridista, ahora se debe a los colores azulgranas y es feliz con su nuevo equipo. El pívot todavía se está adaptando a su nuevo club, a su nueva ciudad, a su nuevo entrenador y a su nuevo estilo de juego. Pero ya se ha hecho una idea de cómo se las gastan en Madrid cuando vas con el máximo rival. Insultos intolerables, faltas de respeto, crispación y animadversión intolerable.
Un odio que lamentablemente, no solo vivió el jugador en la pista o cuando se sentaba en el banquillo. Y es que los gritos e insultos no solo los oyó el propio Hernangómez sino también su familia, que fue hasta la pista del Real Madrid para ver a su querido Willy en directo. Por ejemplo, la madre y la hermana pequeña del jugador, Margarita Geuer y Andrea Hernangómez. Las dos fueron testigos de los insultos que recibió su hijo y hermano. Y a la salida del WiZink Center, hablaron delante de las cámaras de El Chiringuito. La hermana pequeña del jugador (de 23 años, y como él, jugadora de baloncesto, ella en una universidad de los Estados Unidos, en Fairfield) no se calló la boca, ni cuando acabó el partido ni mientras se estaba disputando. Y es que no quiso callar, y con razón, cuando oía qué le decían a su hermano. Los hermanos no se tocan. Chapeau por ella.
Andrea ha dejado las cosas claras y ha dicho que por mucho que piten o insulten a Willy en Madrid, ella siempre responderá: "Siempre duele, cuando te gritan a un hermano o le insultan. Me he girado un par de veces porque le estaban insultando y a la gente le falta un poco de respeto, hay que decirlo tal cual. No hay otra cosa que hacer, la gente es así, cuando se van a un equipo contrario te ponen a parir. Duele, pero es mi hermano y yo le voy a apoyar. Si me tengo que levantar y aplaudir lo haré. Siempre. Es mi hermano". También se ha pronunciado la madre del jugador del Barça:
Andrea Hernangómez, maravillosa. Orgullo de hermana. Todos los ánimos para el bueno de Willy, los culés esperamos que coja su mejor nivel y se tome la revancha deportiva después de los insultos recibidos.