Desde el año 1981, la bandera de España es la 'rojigualda' con el escudo y la corona, símbolo de la monarquía borbónica. La inmediatamente anterior, la del águila de San Juan, impuesta por la dictadura franquista y que sustituyó a la tricolor de la Segunda República, fue la insignia oficial del Estado durante 40 años. Afortunadamente ya no ondea en los edificios oficiales, señal que se trata del emblema de una época pasada, una de las más oscuras de la historia de España. Pero aunque es la bandera del franquismo, manchada con la sangre de los muertos de la Guerra Civil, la ultraderecha se atreve a reivindicarla. Como el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, que ha dejado bien claro en sus redes sociales que quiere la bandera española con el águila.

Europa press

Carles Palacio

El político de extrema derecha define a los partidos de derechas de la Transición como "gilipollas". Y sólo le falta acusarlos de traidores por no reivindicar la bandera de la época franquista: "Se dejaron imponer por la izquierda la demonización de la bandera nacional con el Águila de San Juan. Enseña mucho más digna de la tricolor, que trajo ríos de sangre".

La ultraderecha española es desacomplejadamente franquista y Hermann Tertsch ya no lo esconde. El siguiente paso será pedir que vuelvan también el yugo y las flechas.