El (abro comillas) periodista (cierro comillas) Hermann Tertsch está acostumbrado a sentar cátedra y despreciar todo aquello que no le baila el agua ni está en su línea única de pensamiento. Columnista en el diario ABC, las dice de padre y muy señor mío semana tras semana, y da la sensaciónde  que cuanta más bilis destilen sus artículos, más orgulloso se siente él.

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El procés es uno de sus temas de cabecera. Coge toda la ira y el asco que le provoca el independentismo, lo sacude todo, y lo vomita en su columna. Y si entre los ingredientes añade algunos nombres propios, mejor que mejor. Ahora ha puesto el foco en diferentes comunicadores catalanes, a raíz de una entrevista que le ha hecho la periodista Julia Otero a Víctor Manuel. Hablando sobre el político ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro, el cantautor le dice a la presentadora de Onda Cero: "No hay nada más imbécil que un pobre de derechas". Y quizás Tertsch se ha dado por aludido y ha saltado con virulencia.

A partir de aquí, Tertsch pone en marcha el ventilador y desparrama basura hacia muchos profesionales de diferentes medios que él considera que han empezado una estrategia propagandística de desprestigio de la marca España y que han comprado el discurso antiespañol: "No ha habido propagandistas más eficaces del separatismo catalán que los mil miembros del ejército mediático separatista que ritualmente dicen, omnipresentes en todos los medios nacionales, que no son separatistas". Con nombres propios: "Los buenafuente, los evoles, las grisos y compañía, sin escrúpulos y con dinero".

Se queja de que a los medios catalanes no accede nadie del resto de España, y en contrapartida, "todos los medios nacionales están copados por locutoras y chistosos, analistas y presentadores, catalanes de profesión y de vocación antifacha y anticaspa. Ellos se han encargado de que todo aquel que hablara bien de España y su unidad pasara a ser un facha casposo". Tertsch se muestra implacable y acusa de que "el miedo a ser tachado de facha es eficaz y lógico. Con ese sambenito no te llaman las teles ni productores ni nadie". Es decir, Andreu Buenafuente, Jordi Évole, Julia Otero o Susanna Griso no han hecho ningún mérito profesional. Para el columnista del ABC, ellos son 'catalanes de profesión' (¿cuánto se debe cobrar para hacer de 'catalán'?) y 'antifachas y anticaspa de vocación'.

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En el caso de la presentadora de Espejo público, va más allá, tildando su programa de "Programas nacionales como el matinal de Antena3 son pura propaganda separatista y golpista. Se sienten, con razón los dueños de los medios y tratan a los españoles como a los pobres de las favelas".

RTVE

Y de Julia Otero, que "acaba de decir respecto al golpe en Cataluña que 'cuando se impide una revolución pacífica inevitablemente se convierte en violenta. La amenaza: O les damos lo que quieren o nos lo arrebatan violentamente. Se les dio tanto tiempo todo gratis que les sorprende que los miserables se resistan. Más le sorprenderá que les paren los pies. Y se los van a parar. Por mucho cómplice que tengan". Un tono amenazador y de perdonavidas. Probablemente todavía le escuece cuando Juan Manuel de Prada, tertuliano del programa de Antena 3, le acusó en directo de cocainómano: "A mí por escribir cosas como éstas, cierto periodismo farlopero, comandado por el señor Tertsch y otra gente de esta calaña me han estado acusando de estar pagado por los rusos". En definitiva, Hermann Tertsch, 'español de profesión' y 'facha y caspa de vocación', tal y como él mismo diría.