Uno de los periodistas más queridos de Catalunya, con una carrera a sus espaldas de traca, es, sin duda, el gran Pere Escobar. Una de las voces más profundas y envidiables de la radio, un tipo socarrón y buena gente hasta decir basta que ha trabajado en TV3 o Catalunya Ràdio durante muchos años, narrando partidos de fútbol como nadie, como hace ahora con los partidos del Real Madrid para la emisora pública catalana. Uno de los profesionales más emblemáticos de la tele y la radio de Catalunya de las últimas décadas que, por lo que ahora hemos sabido, puede estar tranquilo cuando cuelgue las botas porque su descendencia sigue sus pasos. Cosa que era factible, ni que sea por probabilidades, ya que Pere tiene cinco hijos. Toda una responsabilidad, no tiene que ser fácil hacer crecer a cinco hijos, pero al mismo tiempo, su tesoro más preciado, tal como ha dejado claro en el programa El Suplement de Roger Escapa este domingo en Catalunya Ràdio: "Eso de tener hijos es una putada, porque sufres mucho... pero es lo mejor que he hecho".

Unas palabras emocionadas y al mismo tiempo, agradecidas por la suerte que ha tenido de tener los hijos que tiene. Entre ellos, el segundo, Pau, que sigue sus pasos, ya que como Pere, también es periodista. Aunque los últimos años, donde se está forjando un sólido camino, y lo que lo apasiona, es el mundo de la interpretación. Porque Pau Escobar es actor. De hecho, está a punto de estrenar en la Sala Tallers del TNC la obra Uppgivenhet, aunque ha participado en otras producciones encima de los escenarios como Qui estigui lliure o en filmes como Rumbos, Los niños salvajes o El practicante. Obras y películas que su padre, solo faltaría, ha ido a ver religiosamente. Un padre que siempre le ha dado apoyo, y que le da su ánimo y su calor desde su butaca de la platea... aunque a veces, no se lo merezca la obra que ha ido a ver, cómo ha confesado de manera sincera Pau. "¿Es un buen espectador, cuando te viene a ver al teatro?", pregunta Escapa. Y él reconoce emocionado que sí.

La conversación a tres bandas ha sido deliciosa. Cuando Pau ha tenido que presentar a su padre, lo ha hecho en estos términos: "Primero de todo, mi padre es una buena persona, un excelente comunicador y un padre preocupado por sus hijos, y que los quiere mucho". Pere, inflado y orgulloso, emocionado, responde: "Ahora, yo me levanto y me voy y lo dejamos aquí. Mi hijo es... el 'osito', siempre ha sido el 'osito'. El segundo, cuando era pequeño ha dado por saco una barbaridad, pero muy buena persona, demasiado". Explican que hace tiempo, el niño venía cada noche a ver el programa de su padre, entonces El club de la mitjanit en Catalunya Ràdio. "Y ahora me hace mucha ilusión estar ahora aquí con mi padre". Un padre orgulloso y encantado del camino profesional de su hijo, a quien dijo, cuándo quería ser actor: "Si quieres serlo, sabes que es muy difícil. He conocido actores más que consagrados que de repente aparecían en el periódico sirviendo cubatas en Figueres, como Àlex Casanovas, porque no tenía trabajo... Si quieres coger eso, te tiene que gustar y quiero que te haga feliz. Yo solo les pido que sean felices haciendo lo que les gusta. Sé que acabará siendo importante".

¿Cómo es ver a su hijo? "Me cuesta mucho, porque al principio, yo veo a Pau, no veo a un actor. Pero sé que lo hace bien cuando dejo de ver a Pau y veo al personaje que está haciendo. Sufro, porque es inevitable, pero si se equivoca ya ni me doy cuenta de ello". El nombre de Pere no hace falta que se lo apunten, porque es inconfundible. Pero apunten el de su hijo Pau, que por cierto, participa en la próxima serie que lo petará en TV3, Bojos per Moliere, que se estrena el próximo 23 de enero. Y si pueden, recuperen la conversación de Roger Escapa con los dos Escobar. Orgullo de padre. Orgullo de hijo.