Camilo Sesto fue uno de los cantantes con más éxito de la música pero murió demasiado joven, a los 72 años, cuando su carrera ya solo consistía en pintar cuadros, aparecer en algunos programas del corazón| y vivir de los multimillonarios royalties, derechos de autor que todavía generan sus canciones. En cada discoteca de España sonaba Vivir así es morir de amor y Camilo Sesto lo cobraba. Ahora lo hace su heredero universal, el único hijo que tuvo, Camilín Blanes. El drama del hijo a la sombra del padre mítico que quiere dedicarse a la música y fracasa. Y se está gastando toda la herencia en cocaína. Ya no tiene esta imagen habitual, delgado y escuálido, ahora está peor.
Su exnovia lo describió a la perfección: "Él es un chico normal que se toma sus cervezas y todo bien. Pero cuando se toma una cerveza, pasa al gin tonic y de ahí, toma otras cosas... Tiene muy mal beber. Nosotros hemos ido al cine, hemos tomado un café, un refresco... Él no necesita tomar nada recién levantado, como otros cocainómanos que se la toman ya por la mañana. Lo suyo son adicciones de fiesta. Él puede estar un mes fantástico y si un día sale, se pasa tres días de fiesta. Su problema es que no tiene fin". Camilín Blanes no parece consciente de su problema y cuelga dos fotos en Instagram donde él debe verse bien. El resto del mundo ve un drogadicto con marcas en los brazos:
Camilín escribe: "Aquí en la casa del rey". Se refiere al rey Camilo Sesto porque el príncipe es una rana. El chico de 39 años responde así al cartel que su madre ha puesto en la puerta de casa de Camilín, desesperada, prohibiendo la entrada a los camellos de Camílín, a las personas que le suministran las drogas: "Prohibida la entrada a ciertas personas que saben quiénes son. Este lugar no es una casa de culto, y menos, un lugar de recreación. Absténganse de entrar o serán denunciados o denunciadas por intromisión en la intimidad y allanamiento de morada. No abusen de la nobleza de las personas que viven aquí”.
El hijo parece que se ría de su madre, diciendo que está "en casa del rey". Un hijo adicto, un padre muerto, una madre desesperada y una fortuna por la nariz. Los ricos también lloran.
Camilo Sesto murió después de una última aparición delicada
Camilo Sesto es un icono de la música por muchas razones: la más poderosa es su chorro de voz. Antes bramaba "Melancolíaaaaaa" y ahora son los fans que añoran con melancolía el mito. Acabó haciendo un último disco y una imagen operado como de Ken de la Barbie: la peluca y cirugía estética del mito alcoyano. Tenía mucha moral y volvió a la sala de fiestas más hortera de Madrid, Florida Park, a presentar el disco que vender por Navidad, Camilo Sinfónico.
Camilo y Camilín, un mal final.