María Teresa Campos falleció el pasado martes 5 de septiembre en el Hospital Fundación Jiménez Díaz a causa de una insuficiencia cardiorrespiratoria aguda que se complicó en las siguientes horas. Familiares y amigos más cercanos ya estaban preparados para este esperado desenlace. Hace meses que la presentadora no atravesaba su mejor momento. En la tarde del mismo día se instaló la capilla ardiente en el Tanatorio de La Paz. Por allí se acercaron personalidades del mundo de la comunicación, la política y la interpretación.
Hay algunos rostros que no aparecieron por el tanatorio y fueron fundamentales en la vida de María Teresa Campos o de sus hijas, como es Bigote Arrocet, o el hermano secreto de Terelu y Carmen Borrego. El hermanastro de las colaboradoras siempre ha querido preservar su intimidad. Solo responde a las siglas de J.R.M. María Teresa Campos siempre conoció la existencia de esa persona.
Todo comenzó en 1996, un año que estuvo repleto de luces y sombras en una de las familias más mediáticas de la televisión. María Teresa Campos triunfaba en las mañanas con su programa ‘Día a día’. Gracias a este espacio se la apodó “la reina de las mañanas” durante ocho temporadas. Carmen Borrego era la directora del programa y Terelu debutó con una sección. Un año más tarde la madre de Alejandra Rubio cumplía su sueño de presentar un programa, ’T de tarde’, en Telemadrid. Dejó de ser la hija de María Teresa Campos.
María Teresa Campos quiso que conociesen a su hermanastro
María Teresa Campos se atrevió a confesar a sus hijas la existencia de un tercer hermano. Fue la mujer del hermanastro de Terelu y Carmen quien movió la primera ficha para que se conociesen los hermanos. Creció como hijo no reconocido de José María Borrego y tenía muchas ganas de conocer a sus famosas hermanas, pero en la privacidad. No le gustaban los medios de comunicación ni el mundo de la prensa del corazón.
Carmen y Terelu se quedaron en shock, pero aceptaron conocerle. El primer encuentro entre ellos tuvo lugar en un balcón de la calle Larios, viendo las procesiones en plena Semana Santa. El parecido físico entre ellos es más que evidente, no había muchas dudas, aún así las hijas de María Teresa Campos quisieron confirmarlo con una prueba de ADN. Los tres aceptaron someterse a las pruebas en Málaga, donde vive el hijo de José María. A los pocos días se confirma que son hermanos por parte de padre.
La relación era cordial, hasta que se rompió cuando descubrieron que el hombre estuvo a punto de entrar en prisión. No obstante, estuvo presente en muchos de los grandes acontecimientos familiares.