La cruzada de Ignasi Guardans contra el independentismo no se detiene ni por Navidad. Mientras la mayoría de los mortales se atiborran a comer escudella, pavo, canelones y turrones, el exdiputado de CDC prefiere pasar las horas en las redes sociales para explicarle al mundo cómo de malos son los indepes.
Ya nos lo contaba hace unos meses cuando aseguraba al programa de Susanna Griso que los maestros catalanes son como los pederastas. Un intento chapucero de mezclar el modelo de escuela catalana, el independentismo y los peores criminales de nuestra sociedad.
Pero Guardans no tiene nunca suficiente y ahora ha decidido atacar a los presos políticos catalanes. Mientras millones de personas en Catalunya exigen su liberación, el exeurodiputado prefiere humillarlos y hundirlos. A pesar de que algunas de sus declaraciones más polémicas se están muy cerca de los postulados de los ultras, como cuando justificaba un ataque de extrema derecha en Vic o cuando aseguraba que "nunca he tenido ningún problema con los electores de nadie, ni siquiera con los de Hitler", ahora Guardans se toma la licencia de atacar a Carme Forcadell y compararla con Santiago Abascal: “A la mayoría nos parecen muy similares”. Por si a alguien se le olvida, algunos de los excompañeros de partido de este señor ahora están en prisión por haber puesto las urnas.
Con su habitual todo chulesco, Guardans necesita llamar la atención e insiste. No puede ser que nadie le haga caso. "Lo repetiré: creo que para una mayoría de españoles y también para muchos catalanes entre los que me cuento, el discurso del líder de Vox sobre España se parece muchísimo al discurso de Forcadell sobre Catalunya".
Da igual que Carme Forcadell encabezara la manifestación masiva de hace un año y medio que recorrió el centro de Barcelona a favor de acoger a los refugiados o que sea una feminista declarada. Ignasi Guardans tiene la poca decencia de compararla con un fascista, que es xenófobo y machista, y no se le cae la cara de vergüenza. Manipulador profesional, mentiroso sin escrúpulos. Quizás llega el día en que Ignasi Guardans se encuentre con Carme Forcadell. ¿Cómo la podrá mirar a la cara, entonces?