La revista 'Lecturas' insiste: Sara Carbonero y Iker Casillas están separados. Dedican su portada a la ruptura de esta mediática pareja, apuntando a que los sus íntimos lo saben desde hace tiempo y que no viven juntos. Sus últimas apariciones públicas, cuando intervinieron a la periodista en el hospital, son sólo una muestra de la buena relación que mantienen. No sólo por los dos hijos que tienen en común, si no porque se han apoyado durante los problemas de salud que han sufrido desde hace tiempo: ella, cáncer. Él, un infarto. Ahora que han dejado Oporto definitivamente y que han vuelto a Madrid, la prensa del corazón les tienen mucho más cerca para investigar cada paso. Y son pasos, generalmente, en direcciones opuestas. Fata, como siempre, la confirmación oficial de los afectados (Carbonero no ha querido hacer ninguna declaración), pero la opinión pública da la historia por acabada.
Donde mejor se refleja el impacto de la exclusiva de la revista es el entorno de las redes sociales, donde se ha instalado un clima de duelo (rosa) absoluto. Iker y Sara era una de sus carpetas favoritas: caían bien, son populares, tienen la empatía del público... y sobre todo, los recordarán siempre por haber protagonizado uno de los momentos más potentes de la televisión: el beso que se dieron en directo nada más acabar el partido en el que la selección española ganó su primer mundial de fútbol, en 2010 en Sudáfrica. La reportera Carbonero era la encargada de hacerle la entrevista al capitán, que estaba muy emocionado... y enamorado. Lo que pasó confirmaba lo que todos se olían: que estaban juntos. Incluso dicen que Felipe y Letizia aplaudieron in situ la espontánea declaración de amor del portero, que dejó a la de Telecinco aturdida. Aquel día de gloria futbolera, España se fundía con el romance.
La escena quedó para la historia. Especialmente la suya, claro. Y ahora que pasan página y separan sus caminos, ha vuelto a la actualidad a la fuerza. Twitter ha sido inundado con el fragmento y mensajes plenos de drama: "luto nacional", "no creo más en el amor", etcétera. Hagamos un repaso por algunas de las reacciones más exageradas, pero que explican el sentir de la red.
La hemeroteca es así. Y los momentos históricos, también. Esperamos que, a falta de amor, los dos tengan salud y alegría.