Hay una enfermedad que no recogen los Vademecums y que desde hace un tiempo se tendría que haber aplicado a los diccionarios. Una enfermedad que sufren unas personas muy concretas, unos seguidores y aficionados del Real Madrid. No cualquier seguidor o aficionado, sino aquellos especialmente hiperventilados, cortos de miras, ridículos y absolutamente poseídos por el color blanco, tanto, que incluso les ha nublado el cerebro. Una enfermedad que afecta al entendimiento, la razón y el juicio. Una enfermedad que les ha hecho sacar espuma por la boca durante años y años y que ahora todavía les afecta, y de qué manera. Una enfermedad de haber tenido que sufrir y coincidir en el tiempo con el mejor jugador de todos los tiempos, que por desgracia suya, no vestía la camiseta de su club. Una enfermedad llamada Messitis.
Hay un tipo concreto de aficionado y seguidor merengue que cuando oye este nombre, o cuando lo ve, empiezan a convulsionar. Son peor que los gremlins cuando les dabas de comer después de la medianoche o los mojabas con agua. No lo pueden evitar, es superior a ellos. Les escuece y quema por dentro haber tenido que aceptar que el mejor jugador de la historia ha vestido de azulgrana durante casi toda su vida deportiva. Por eso, siempre han intentado menospreciar al crack argentino ex del Barça y ahora en el Inter de Miami. A la mínimo que han podido, han sacado de debajo de las piedras a jugadores mediocres con quienes han querido comparar a Messi, diciendo que si eran mejores que él y sandeces. Se cogieron a Cristiano Ronaldo como un clavo ardiente, pero ni el portugués ha conseguido cambiar la realidad.
Ahora hemos tenido una nueva muestra de la bilis antiMessi que tienen muchos madridistas en su interior. Lo hemos comprobado en los premios The Best, que recayeron precisamente en el argentino y en la jugadora del Barça Aitana Bonmatí. Messi es el mejor jugador que ha parido este deporte denominado fútbol. Y punto. A años luz del segundo. Se merece el The Best, el The Good, el The Better y los premios que se inventen. Pero verlo proclamarse nuevamente vencedor este año, por encima de otros jugadores, ha sido la gota que ha hecho colmar el vaso. La merengada, indignada. El ejemplo más paradigmático, un Edu Aguirre de El Chiringuito que soltó toda la rabia contenida ante la decisión. La red se cachondea, con razón, de Aguirre, con algún montaje sensacional como el de un usuario que utilizó el "¿Qué mirás, bobo"? del argentino a un jugador de la selección holandesa:
Otro a quien Messi se le apareció a menudo en sus peores pesadillas es un exjugador del Madrid, que lo sufrió en infinidad de partidos y que tuvo que recoger la pelota del fondo de su portería con la cabeza gacha en infinidad de ocasiones, de tantos goles como le marcó Messi. Hablamos del exportero y capitán del Real Madrid, Íker Casillas, que ha demostrado que todavía tiene atravesados los sopapos futbolísticos que le dedicó el argentino cada vez que se enfrentaban Barça y Madrid. Un Íker Casillas vengativo que ha hecho de sabelotodo irónico para quejarse del premio a Messi.
Casillas ha dicho que "Creas unos premios bonitos y te los estás cargando a base de no hacer la cosas con justicia. “The Smile” más bien. En fin, buenas noches!"... No debe tener memoria. Suerte que la hemeroteca sí. O en este caso, un querido periodista catalán, el gran David Bernabeu, a quien podemos leer en el Sport, oír en RAC1 o ver en el programa Onze de TV3. The smile, dice Íker, pretendidamente sarcástico. Lo que es para sonreír es la poca vergüenza de algunos madridistas. Por suerte, Bernabeu le ha respondido con un tuit descomunal donde le recuerda que"cuando se sabe que en 2012, con Leo Messi metiendo 91 goles en año natural, 73 en la temporada, no votaste a Messi y sí a Cristiano y Ramos" y lo sentencia con siete palabras brutales: "hazme caso: lo mejor es guardar silencio". Pam. En toda la boca.
No se puede decir más claro. Para decir estupideces sobre Messi, mejor que se esté calladito y que no vaya pregonando cosas porque, como ahora, puede quedar retratado y K.O. Golazo por la escuadra.