Si alguna actriz catalana puede presumir de haberse convertido en una de las intérpretes más célebres de todo el mundo, no hay ningún tipo de duda que la primera posición en la actualidad se la lleva Úrsula Corberó. Natural de Sant Pere de Vilamajor, solo tiene 34 años, pero cualquier persona dentro de la industria querría tener su bagaje profesional. Antes de petarlo a escala mundial con el papel de Tokyo en la famosísima ficción La casa de papel, también formó parte del reparto de producciones imborrables del imaginario colectivo como Física o química. Ahora, vuelve a estar de actualidad para protagonizar El cuerpo en llamas, la serie de Netflix que trata el crimen de la Guardia Urbana.

En la noche del pasado 14 de octubre, Corberó entraba en el refugio del Col·lapse de Ricard Ustrell para hacer retrospectiva. La pregunta sobre como había estado de complejo interpretar a Rosa Peral era obligada, pero ella asegura que "cuando acabé la serie me desenganché de eso".

Y es que la carrera de la vilamajorenca no empieza, ni mucho menos, cuando acapara la mirada de los productos más 'mainstream'. Probablemente, muchos no tengan constancia, pero el pistoletazo de salida de este camino meteórico hacia el éxito lo dio a su Catalunya natal. Su incursión en el mundo actoral tuvo lugar cuando tenía solo trece años en la adaptación televisiva del Mirall trencat de Mercè Rodoreda. Una serie que TV3 emitió en el 2002 en la que Corberó emulaba a uno de los personajes que mata su hermano. Recuerda, con humor, como entonces las señoras la insultaban por la calle. "Me llamaban asesina", asegura.

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Úrsula Corberó en Mirall trencat (2002). / Instagram

Una tiernísima imagen de hace veintiún años que le abriría las puertas de un mundo que ahora domina. En cualquier caso, la actriz rememora cómo meterse de lleno en un mundo público le supuso algunos problemas a la escuela. "Ahora me doy cuenta de que de pequeña me hacían un poco de bullying", explicaba a Ustrell, remitiendo también a una de sus primeras apariciones en la tele. No en la ficción, sino en la publicidad, y es que también fue figura principal en un anuncio de Las tres mellizas en 1999. Los compañeros de clase le hacían burla tarareándole la mítica canción de Anna, Teresa y Helena.

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Úrsula Corberó, entrevistada en Col·lapse. / TV3
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Úrsula Corberó en el anuncio de Las tres mellizas. / TV3

En otros asuntos, Úrsula hace balance sobre el innegable 'boom' al que ha tenido que hacer frente. Con el nuevo presentador de El matí de Catalunya Ràdio, reflexiona sobre el ego. "Es muy importante tener confianza en uno mismo", asevera, pero destacando que "es muy difícil, porque una cosa es tener confianza y otra tener el ego mal colocado".

Nunca será fácil que no crezca un ego si todo el mundo te dice que haces las cosas bien. La cuestión es que ella las hace requetebien. Nos quedamos con la preciosa imagen de una jovencísima Úrsula Corberó que soñaba con Hollywood y que, hoy día, puede enorgullecerse de estar cumpliendo aquello que en algún momento eran solo fantasías.