Polònia líder otra vez, espléndido 17,5% con dos nuevas imitaciones: Alejandro Fernández (del PP) y Ricard Ustrell (de Ricard Ustrell). El actor Xavi Espinosa es el imitador profesional fichado esta temporada que clavó la voz y el deje, las eses arrastradas de Ustrell como de pijo o Pablo Casado. La caracterización fue impecable, el vestuario de siempre, pero la clave fue el guion.
Polònia acostumbra a hurgar en la vanidad de algunas estrellas de TV3 pero con Ustrell fueron despiadados: el grado de egolatría del personaje fue sangrante:
.@ricardustrell te pasamos por|para DM las claves para que también puedas gestionar las redes del #PolòniaTV3. pic.twitter.com/jmWrLCJH5A
— Polonia (@poloniatv3) January 21, 2021
Un Ustrell interrumpiendo a los invitados, dándose paso a él mismo repetidamente, conectando con hospitales de Madrid para hablar del coronavirus en Cataluña o retratado cuando suelta: "Claro que es una pregunta interesante, la he hecho yo". Todo el gag destila lo que acostumbra a hacer el programa: las miserias de cada imitado. El community manager que gestiona el twitter del auténtico Ustrell calla: unos emoticonos de risa. La red aplaude con las orejas:
¡el Ustrell no me parece mal periodista ni mal chaval, ahora le han retratado muy bien la egolatría! #PolòniaTV3
— Nilo (@Niil95) January 21, 2021
Buen retrato del ego del Ustrell. Nada que envidiar a Joel Joan, el de Obeses, etc #PolòniaTV3
— Hans Enlairen (@HansEnlairen) January 21, 2021
Y el papanatas del Ustrell, niquelao!!! ������������ Que buenos que sois, @poloniatv3
— Mosquita Muerta (@Gata_maula) January 21, 2021
Ricard Ustrell tiene talento.
— Cagarro de Lío|Poso (@CagarroDeMarro) January 21, 2021
El talento de caérseti cada día peor.
Ustrell tuvo serios problemas con los trabajadores de TV3 cuando les acusó públicamente de no poder pagar bocatas a sus invitados por culpa de los salarios de la cadena, a pesar de los 4 millones que recibe de TV3. Le enviaron un anónimo y una barra de pan como explicó una foto de EN Blau. El equipo del Polònia le ha enviado una cosa más dolorosa: un espejo.