La Semana Santa acostumbran a ser unos días de reunión familiar y, para los más creyentes, una cita importante con el todopoderoso. Pero bien, la Casa Real Española ya hace tiempo que lo vive todo por separado. En estos últimos días nos daban a conocer la cita del rey Felipe y Letizia, también pudimos ver una imagen del día del padre con la princesa Leonor. Por otra parte, la infanta Cristina se hacía la preocupada ante la lesión de su hijo y, la visita de la infanta Elena a Juan Carlos. En toda esta historia, con los personajes desamparados, no conocíamos el destino de estos días festivos (eternos para la realeza) de la reina Sofia. Mientras el resto de la familia sigue gestionando y viviendo sus dramas por separado, ella visitaba Málaga, la ciudad andaluza, para ejecutar su encargo religioso. Por primera vez la emérita presenciaba "Jueves Santo del Cristo de la Buena Muerte" Su cita perfecta, y en solitario, como siempre.
A priori a nosotros no nos llama demasiado la atención este plan para un jueves tarde, pero bien, si os pensabais que ella viajaba expresamente y exclusivamente para ver el acto en directo, estabais equivocados, hay otros factores que le llamaban la atención para desplazarse por primera vez al acto de la ciudad andaluza. Era la primera vez que la reina asistía a este acto religioso de Málaga, y lo hacía muy bien acompañada. Podíamos ver con ella a su hermana Irene, y también otras personas de 'rigor' como el alcalde Almeida y su futura mujer Teresa Urquijo. El escenario era ideal para lo que sucedía un rato más tarde. Con la fina lluvia de fondo, se oían las primeras notas del himno de la Legión. El momento, la letra y Cristo, hacían caer la lagrimita de la emérita, la canción le llegaba al corazón en todos los sentidos. Una parafernalia idónea que no podía acabar con mejor puerto: hincharse a comer en un buen chiringuito. Lejos de pasar desapercibida, todo el mundo se dio cuenta de que la corona estaba presente.
Una vez finalizado el acto religioso, se dirigía al paseo marítimo donde tenía cita con un local de la zona, a la altura de todos los bañistas de la playa. Chiringuito RocaMar los cuales no dudaban a detallar por la red la presencia de la reina. Free marketing, eso se tenía que aprovechar. Salía como una reina (nunca mejor dicho), aplausos y elogios de gente fanática del gremio, mientras gritaban "¡Viva la reina! ¡Que viva España"!. Todo muy poco íntimo, a ella le gusta hacerse notar en todos los ámbitos, así lo asegura el mismo restaurante al detallar el siguiente. "Una vez más a vuelto doña Sofia,a degustar nuestros platos los cuales le encantan, haciendo especial mención a nuestros espetos de sardinas y dándole personalmente la enhorabuena a nuestro espetero" Pero no fue el único que recibió felicitaciones, así lo ha descrito el mismo restaurante que casi nos ha regalado una crónica de toda la estancia. La reina Sofía se acercaba a un cliente para felicitarlo después de que todo el mundo le cantara el cumpleaños feliz. Ella se hizo bestie de todo el mundo, literalmente todo el mundo.
Además del ritual de felicitaciones, la reina congeniaba especialmente con un comensal de lo más especial, Cairo, un perrito que estaba tranquilamente estirado, con el cual la reina no pudo evitar no agacharse para acariciarlo. La pobre mascota quería jugar como con cualquier otra persona, pero pronto le daban la bronca por respeto a las manos que lo acariciaban. "¡Siéntate Cairo, que está su alteza ahí"! A Cairo le daba igual si esas manos se trataban de la reina o un camarero, pero le quedó claro al instante. Lo mejor de este momento es su repercusión: viral en TikTok y unas imágenes icónicas mientras lo conocía. Porque para adornar todavía más esta historia, no os lo podéis perder, el perro es influencer y cuenta con 44,3 mil seguidores. Lo mejor de todo es el nombre de usuario @cairoguapo "Soy un schnauzer simpático e inteligente. Sígueme para divertirte aquí y en TikTok" Ahora, con el vídeo viral de la reina, bien seguro que ha debido conseguir centenares de seguidores más, o igual ha perdido. Quién sabe.
"Hoy ha comenzado una amistad especial. La reina emérita y Canteo han tenido un encuentro especial" Después de conocer al detalle la crónica de la reina por la ciudad de Málaga, está claro cuál era la razón principal para venir: ni Cristo, ni el resto de personajes aburridos que la debieron saludar. Ella quería un buen plato de sardinas con una copa de vino tinto, y, si surge, una amistad especial, pues mejor que mejor.