Inglaterra tiene personajes muy curiosos. No solo el príncipe Harry y Carlos III son conocidos por sus polémicas, sino también otro que es muy conocido en el estado español. Se trata de David Beckham, ex jugador del Real Madrid y ahora embajador de la dictadura anti-gays de Qatar. El lord inglés cobra la friolera de 173 millones de euros repartidos en diez años para ser una cara visible del país qatarí. Ahora se está jugando el Mundial allí y la pareja de Victoria Beckham no se pierde un partido. Especialmente mira los de su combinado y selección a la que apoya: Inglaterra.
Pero England juega cada cuatro días, así que, al menos hasta que eliminen al cuadro de Gareth Southgate, David seguirá residiendo en Qatar. No lo hace en un Airbnb ni en un piso compartido. Tampoco en un hotel de cinco estrellas, que a él le quedan cortos. Lo hace ni más ni menos que en el Mandarín Oriental de Doha, un hotelazo de gran lujo muy similar al de Barcelona, pero tres veces más caro. La suite del Mandarín Oriental de Barcelona puede llegar a alcanzar los 8.900€ la noche, según su propia página web. David Beckham está pagando en el Mandarín de Doha una cantidad inverosímil: 23.000€.
Eso sí, allí dentro tiene de todo. De todo y más: conserje privado, gimnasio, patio al aire libre, comedor y piscina. Es literalmente un hotel dentro de un hotel y así lo describen los empleados del servicio de este glamuroso hotel de la capital de Qatar. Uno de los huéspedes que ha coincidido en el hotel con el que fuera galáctico del Real Madrid ha explicado que los de servicio "se refirieron a él como ‘Sir David’ porque fue muy respetuoso y respetado por todos”. Eso es cierto, David es el Roger Federer del fútbol. Derrocha glamour y saber estar allí por donde pasa. Es pura magia: ya lo era en el mundo del fútbol y lo sigue siendo fuera de él. Congrats, David!
Limusina privada
Los gastos diarios del ex deportista no quedan solo en los veintitrés mil euros derrochados por cada noche que duerme la mona en el hotel Mandarín Oriental de Doha. Fuera de él también desparrama billetes. Muchos de ellos en comidas y cenas de nivel, pero muchos otros con su chófer privado, que en vez de conducir un coche normal y al uso, pilota una limusina gigante con la que pasea a Beckham por la calurosa ciudad de Doha. Con ventanas oscuras y bien selladas, el propio hotel le abre una puerta trasera a la limusina del futbolista para que este pueda entrar sin necesidad de ser visto. Es como un royal más. Podría pertenecer perfectamente a la Casa Real inglesa.
Muy parecido a Tony Spina
Muchos son los que los confunden. Tony Spina, conocido por ser uno de los rostros más visibles de Telecinco en la última década, y David Beckham tienen un parecido. Aunque uno sea italiano y el otro inglés, ambos destacan por ser unos gentlemans como los que ya no quedan. Además, son iguales, como clones: la barba, para más inri, les sienta fenomenal.