Georgina Rodríguez está de moda. La actual pareja de Cristiano Ronaldo era una completa desconocida antes de iniciar su relación con CR7, junto al que ha formado una de las familias más idílicas del panorama mundial. Georgina pasó, de la noche a la mañana, de ser una chica que trabajaba como dependiente en Gucci Madrid, a convertirse en el amor de una de las grandes estrellas futbol mundial. Georgina es hoy una de las mujeres más conocidas de todo el planeta, y una de las ‘celebrities’ más perseguidas.
Lo único que se sabía de la argentina con residencia en Jaca antes de comenzar su noviazgo con el que fuera futbolista del Real Madrid era que su gusto por la danza y la moda. Precisamente trabajando fue como conoció a Ronaldo, cliente habitual de la boutique de Serrano, en Madrid. Un encuentro que le cambió la vida: pasó de trabajar como dependienta a convertirse en diseñadora y modelo borrando de un plumazo un pasado del que asoman detalles desconocidos para la mayoría.
Una de las preguntas más recurrentes en el caso de Georgina es si su belleza es natural, o se ha sometido a alguna intervención quirúrgica importante que la interesada siempre ha negado. Georgina, muy celosa de todo lo que tenga que ver con su vida anterior a CR7, peinó redes y archivos para eliminar cualquier rastro del pasado que dieran credibilidad a teorías que sostienen que la Georgina de ahora poco o nada tiene que ver con aquella chica que vivía en Jaca. Nada más lejos de la realidad.
Rodríguez logró meter en el cajón una gran mayoría de episodios anteriores, pero no una instantánea que sigue circulando en redes y que muestra como era antes de uno de lo retoques innegable, foto en mano, de ‘Gio’: la nariz.
Esta imagen, que ha sobrevivió a vetos y purgas, y que algunos describen como “increíble”, “impactante” o “bomba”, enseña la verdadera cara de Rodríguez antes de someterse a un retoque que cambiaría su fisonomía de forma drástica. Un tema tabú para Georgina que ha vetado preguntas sobre la cuestión en entrevistas y a la prensa con la voluntad de enterrar un episodio que no sería aislado. Y es que tras la rinoplastia habrían seguido liposucciones, una mamoplastia e infinidad de tratamientos con botox y ácido hialurónico.
Georgina Rodríguez, mucho más feliz en Inglaterra
Georgina Rodríguez cubre, como suele decirse, un tupido velo y se centra en su vida profesional, y sobretodo, en su día a día con Ronaldo con quien se acaba de mudar a Manchester tras el fichaje del portugués por el United. Una nueva localización, Inglaterra, que ha abierto nuevas líneas de negocio para una Georgina que ha hecho de la moda y las acciones publicitarias su nuevo epicentro. Rodríguez, una enamora de España, nunca ha negado que, como en Madrid, en ningún sitio, pero lleva mejor que bien su aterrizaje en una de las zonas más exclusivas de la ciudad del norte de Gran Bretaña. Una mujer que se ha convertido en referente de muchos y una nueva ‘perla mediática’ que promete dar mucha guerra. Georgina ha llegado para quedarse.