Vaya, vayita... El todopoderoso y sobrado Real Madrid, que tan felices se las prometía, que según todas las quinielas, volvería a ganar la Euroliga, revalidando el título conseguido el año pasado contra Olimpiakos, ha vuelto de Berlín, donde se jugaba la final de este año contra otro equipo de Atenas, el Panathinaikos, con el rabo entre las piernas. A pesar de ser el favorito, a pesar de dominar la fase regular, los cuartos y la semifinal, e incluso, a pesar de dominar la primera parte, donde llegó a ganar por 14 puntos, el baloncesto tiene estas cosas maravillosas y los griegos remontaron en la segunda parte, consiguiendo un triunfo que parecía impensable. Y no solo eso, paliza final del conjunto verde al blanco, 95 a 80.
Perder, para los jugadores blancos, no entraba en sus planes. Y que les pitaran en contra faltas que lo eran, como están habituados a que en España los árbitros se pongan de perfil mirando hacia otro lado, les dejó cabreados y dando patadas cuando sus jugadores eran eliminados por cinco faltas. Jugadores como Campazzo, Poirier o Llull, desquiciados. Sus caras eran pura poesía. Maravilloso ver la rabia en sus caras viendo cómo se les escapaba el título.
Indignación blanca y desconcierto entre el trío comentarista, en especial, de una Amaya Valdemoro que sacaba fuego por las muelas. La comentarista, que no se corta a la hora de expresar de manera demasiado evidente su madridismo, incluso cuando tendría que ser más imparcial en sus comentarios neutrales, ya que no está contratada como hooligan, sino como experta y exjugadora, no paró de hacer comentarios que indignaron a los espectadores.
No todo el mundo que es abonado en Movistar+ y mira los partidos es aficionado merengue. Pero a ella parece que tanto le da. Pero la audiencia, este domingo, ya tuvo suficiente y se quejó públicamente de los comentarios de Valdemoro. Estupor por parte de los espectadores, con muchas ganas de poner el mute al mando a distancia y dejar de oír lo que decía la comentarista.
De entre los que le han dicho cuatro cosas, destaca la bofetada a mano abierta de un querido presentador y comunicador catalán, que después de su paso por RAC1, ahora no solo hace las delicias de sus fans en la Kings League, sino especialmente en su canal de YouTube, Jijantes, y que prepara el salto a TV3 con el concurso On és la pasta?: Gerard Romero.
La pasta, no lo sabemos, pero sí sabemos dónde está Valdemoro después del sopapo de Romero: por los suelos. Recordando algunas reacciones penosas en Movistar+, haciendo partidos de Barça y Madrid, le dedica un demoledor: "¿Qué dise Valdemoro? ¿Hoy se ríe también, como en el Palau? Hemoal", que ya saben para qué sirve...:
Maravilloso.