El lenguaje corporal de Inés Arrimadas da para mucho. En sus encontronazos con otros políticos acostumbra a utilizar un tono verbal y unos aspavientos teatrales, el último este mismo jueves, que a la vez que irritan al hemiciclo, son muy bienvenidos por la red. El ingenio de los usuarios ha vuelto a salir a la luz con una de las últimas intervenciones públicas de la candidata de Cs por Barcelona de cara a las elecciones generales. Antes de que Ana Rosa Quintana le preguntara por tener hijos, fue el lunes cuando El Confidencial reunió a cinco representantes de diferentes formaciones políticas antes de que esta madrugada empiece oficialmente la campaña: María Jesús Montero (PSOE), Edurne Uriarte (PP), Irene Montero (UP), Rocío Monasterio (Vox) y la misma Arrimadas (Cs).

¿Las que más se las tuvieron? Las representantes de Unidas Podemos y Ciudadanos. ¿Por qué tema? Evidentemente, por los nacionalismos y por Catalunya. Bien, se las tuvieron o mejor dicho, Arrimadas se las tuvo con Montero. Especialmente tenso fue cuando la representante naranja se abalanzaba sobre su contertulia:

"Macarra", "grosera", "invasora", "perdonavidas"... Son algunas de las definiciones que le han dedicado a Arrimadas después de ver su intervención. Hay quien se ha sulfurado con esta actitud y hay, sin embargo, quien se lo ha tomado a broma, acostumbrados como están a la sobreexcitación que a veces demuestra la política en sus mítines. Un usuario, @robotronk, ha editado un montaje especial con esta imagen sustituyendo la voz de Arrimadas por la de la difunta vedette La Veneno, alguien que también era muy vehemente cuando se expresaba. Un vídeo que la red, empezando por Josep Mª Mainat, ha aplaudido con las orejas:

En los años 90, La Veneno fue un personaje que alborotó la televisión al lado de Pepe Navarro y sus lates. Frases como "¡Pa mi concha!", "Yo no pienso con el alma, pienso con los pies", "Yo seré ordinaria, pero como dice la canción... me lo como tooo". Si algún día a Arrimadas se le ocurre utilizar alguna de estas frases en sus discursos, los electores pueden implosionar.