Ciento setenta y ocho mil catalanes miraron la entrevista a la jefa de la oposición. Son muy pocos espectadores, un flojo 6,9% de share. Fracaso absoluto de los dos: Inés Arrimadas no interesa y Vicent Sanchis hace que la TV3 que dirige quede última. El fracaso de audiencia se explica por dos razones. Primero: el boicot en las redes que impulsaron líder de opinión y personas anónimas, como quedó claro desde el jueves mismo cuándo se anunció la entrevista: "apagaré TV3". Segundo: convertir lo entrevista en un cara a cara Sanchis-Arrimadas.
El director, herido por las acusaciones que hace una TV proindependentista y "mentirosa", según insistió Arrimadas, se preparó como si fuera a un debate a dos. Enseñó tuits de Albert Rivera, fotos de la tienda de los padres del líder de Cs o fragmentos de FAQs de TV3 donde Laura Rosel habla castellano. Sanchis hizo un uso del videowall como elemento no decorativo sino de confrontación con el invitado. Un hecho inusual en las entrevistas "institucionales" que pasó factura también en la audiencia. Era todo demasiado extraño. Arrimadas airada, a la defensiva, con un ademán hostil. Ya es habitual cuando va a TV3, pero algún destacado candidato naranja fue más allá:
Es un problema muy grave por nuestra democracia. https://t.co/2fdeHPw2Ve
— Manuel Valls (@manuelvalls) 11 de noviembre de 2018
El silencio en las redes de los líderes de Ciutadans contrastó con un Manuel Valls desaforado. Que Rivera, Cañas, Girauta o la misma Arrimadas no digan nada de la entrevista es lógico. Se hizo en catalán y algunos tuiteros unionistas acabarían gritando a Arrimadas "Hable en cristiano". Pero Valls es un verso libre en la candidatura de Barcelona e hizo suyo el insulto a Vicent Sanchis retiuitando que es un "infame" y añadiendo que le ve un "problema muy grave" para la democracia. Valls habla mejor francés que castellano y escribe "problema por nuestra democracia" (sic). Y algunos quisieron precisarle que democracia también es esto:
La democracia es que los políticos se sometan a entrevistas que les puedan resultar incomodas por parte de periodistas. ¿Acaso se cree que todos los periodistas son Susana Griso o Ana Rosa?
— Nacho (@LM_Nacho) 12 de noviembre de 2018
Lo grave es el paro, el terrorismo yihadista que asesinó en Barcelona y Cambrils, o la degradación de la capital catalana. Que el entrevistador no guste, ocurre muy a menudo. Será que no ve Vd otras cadenas, públicas o privadas.
— Artur Nadal (@arturnadal) 11 de noviembre de 2018
La frase está tan mal escrita que no hay que perder demasiado tiempo. Aparte, dar apoyo a un ultranacionalista español como el sr. Coll lo dice todo del sr. Valls. Y sí, españolistas con apellidos catalanes hay muchos. Pero no sufra sr. Valls, no lo haremos alcalde. Ni alcalde.
— RaimonPB (@RaimonPB) 11 de noviembre de 2018
Y qué hacías aquí, fantasma? pic.twitter.com/LXMDJg0h5R
— Sara Conde (@saracountess) 11 de noviembre de 2018
La oscuridad envolvió la entrevista/debate entre dos iconos de las dos Cataluñas. Como en un Barça-Madrid: juego soterrado, expectativas demasiado altas y cada aficionado dirá que ha ganado su equipo. Pero lo que no fue de propio de Barça-Madrid fue el interés y la audiencia. Fiasco para ambos. Ni Sanchis ni Arrimadas pueden estar contentos de lo que hicieron. Por suerte, les vio a poca gente.