El día que Inés Arrimadas abandona la Cámara catalana por la española ha llorado y se ha quejado de los lazos amarillos. Lo primero es nuevo, lo segundo es el primer punto de su programa electoral. Consu escaño en el Parlamernt todavía caliente, ha calentado las redes unionistas con una pintada en la acera de una calle próxima a su domicilio:
Un mensaje bastante educado: "Passi-ho bé, Inés!!" como cantaba La Trinca al final de sus conciertos pero eliminando la segunda parte de la vuelta: "Páselo bien y muchas gracias". Es un grafito de los de toda la vida, sin amenazas. Un adiós. Pero en manos de Ferreras parece un paquete bomba. Al rojo vivo lo traducían literalmente: "Pásalo bien, Inés". No es exactamente eso. La traducción adecuada sería "Adiós muy buenas, Inés". El catalán no es el fuerte de Al rojo vivo, que han utilizado a Xavier Sardà como traductor simultáneo de Iceta. Antonio G. Ferreras: "Inés Arrimadas, que se ha despedido hoy del Parlament, ha visto las pintadas de los que no son capaces de compartir espacio pensando distinto". El grafito puede ser incívico como cualquier pintada en el mobiliario urbano. Ferreras lo utiliza para abrir el programa para seguir su cuadro de Catalunya en guerra civil.
La red se ha llenado de personas que le agradecen lo que ha hecho al Parlament y otros que se lo reprochan. Mientras se mantenga el tono civilizado, todo normal. La peor parte para la brigada de limpieza. El grafitero ha hecho la versión corta. Más tiempo de limpieza si el grafito dijera "Bon vent i barca nova, Inés!!". Pero el traductor de catalán literal de Ferreras habría explotado.