¿Se acuerdan de que había un partido que se llamaba Ciudadanos, que hacían del rencor y el odio su modus vivendi, especialmente en Catalunya? Pues por mucho que parezca mentira, todavía existen. No lo parece si miramos la Asamblea Legislativa de Madrid o el Parlament de Catalunya, donde si se pronuncia su nombre hay eco. Pero sí, sí, todavía hacen ruido. Especialmente una Inés Arrimadas que no sabe qué hacer para seguir recibiendo golpecitos en la espalda. Hace un par de días hizo su habitual comentario con regusto de bilis sobre el indulto a los presos políticos: "Son una inmoralidad y una humillación. ¿Quién se creen que son para pasar por encima de la justicia"?. Chim pum.
Quien se cree en posesión de la moralidad absoluta y de qué está bien y qué mal es precisamente la presidenta del partido naranja, que esta vez ha escogido hablar de un policía, o "héroe del 1-O", como lo definen en OK Diario, que ha tenido que abandonar el cuerpo por las lesiones que sufrió con un ladrillo en las protestas que hubo hace dos años en Barcelona cuando se hizo pública la sentencia contra los presos políticos.
El agente de la Unidad de Intervención Policial ha abandonado la Policía debido a las secuelas que sufrió y a diferentes intervenciones quirúrgicas, mientras sus compañeros lo aplaudían. Evidentemente, Arrimadas no ha desperdiciado la ocasión para vomitar bilis: "Los radicales separatistas le hirieron en los disturbios tras la sentencia del procés, donde se jugó la vida para protegernos a todos. Mi cariño y agradecimiento".
Nadie esperaba que el mensaje de Arrimadas fuera en otra dirección. Sólo faltaría que la líder de un partido como Ciudadanos se acordara, no de los policías, sino de los millares de ciudadanos que estuvieron en las calles el 1-O. Pero eso no quita que inmediatamente después de su recordatorio al policía, la red la haya hundido recordándole la mala memoria (o la memoria sesgada) que tiene: