Ya hace muchos años, un grupo de chicos y chicas entraron dentro de una casa sin saber demasiado muy bien dónde se metían. Fueron los conejillos de Indias, los concursantes embrionarios que participaron en lo que después fue un fenómeno mundial: Gran Hermano. Aquellos primeros concursantes no sabían el alcance de lo que pasaría después, en ningún momento imaginaron todo el revuelo que se produjo cuando aquellos participantes entraron con su maleta en la casa de Guadalix de la Sierra mientras decenas de cámaras mostraban todo lo que hacían en todo momento. Así, aquellos primeros concursantes han quedado para siempre en el imaginario colectivo de todos los espectadores: Ismael Beiro, Jorge ("¿Quién me ha puesto la pierna encima para que no levante cabeza?") Berrocal, Iván Armesto, Ania Iglesias, María José Galera y compañía.
Uno de ellos fue Íñigo González, estudiante de 23 años, de Ceuta, que parecía un niño en el cuerpo de un adulto, que tenía expresiones infantiles y que a menudo sacaba de quicio al resto de compañeros, pero que se ganó al público con su candidez e inocencia. Actualmente es profesor en Andalucía, y de aquellos tiempos, tiene un muy buen recuerdo, ya que después de su debut televisivo, después también pasó por Gran Hermano VIP: El Desafío, e incluso, hizo de reportero. Y ahora, acaba de tener un susto que lo ha llevado al hospital, preocupando (y al mismo tiempo tranquilizando) a sus seguidores, amigos y familiares. Porque acaba de sufrir un ataque cardiaco, un infarto de miocardio, que lo llevó a ingresar en un hospital de Sevilla. Él mismo informaba en redes del crítico momento que le ha tocado vivir: "Bueno es verdad que siempre me gusta poner cosas alegres: pero pienso que como estáis siempre ahí os quiero comentar algo: escribo a la vez que me duele el pecho porque me gusta estar activo en redes sociales. Esta madrugada a las seis de la mañana he tenido un infarto".
Explica que "Los médicos del Hospital Virgen Macarena se han portado de escándalo me han operado de urgencia y me han puesto un estén en la arteria descendente. Tenía obstruida esa arteria y eso ha provocado el infarto de esta mañana. Ahora me duele un poco el pecho, pero me encuentro mejor. Estoy en la UCI de este maravilloso hospital. Estoy cómodo y muy bien tratado. Las enfermeras me preguntan por cómo fue la experiencia en 'Gran Hermano' y dicen que tengo mucho sentido del humor. Creo que he vuelto a nacer. Millones de gracias a todos los que estáis pendientes". Íñigo, agradecido y ya más tranquilo, ha recomendado a todo el mundo que vivan la vida al máximo porque nunca se sabe cuándo nos tiene que tocar la hora: "Se que parece muy típico, pero por favor: vivid la vida a tope, haced cosas que os hagan sentiros felices y no preocuparse por nada. Se me saltaron un poco las lagrimas porque amo mucho mi vida y no quería dejaros tan pronto".
Enseguida, numerosos mensajes de sus amigos y exconcursantes de programa, o de otras ediciones de 'Gran Hermano', como Ania Iglesias o Iván Madrazo: "Mi chiquitín. Ahora a cuidarse mucho, por favor que te queremos un montón", "Íñigo, lo siento mucho. Espero que te recuperes pronto! Un abrazo muy grande". No es, sin embargo, la primera vez que el corazón de Íñigo le da un susto mayúsculo, ya que el pasado 1 de octubre él mismo reveló que había acabado en el hospital tras un dolor en el pecho.