Sí, sí y sí, ayer el Barça consiguió el primer título del triplete. Después de que la final de copa se incendiara por completo antes de empezar el enfrentamiento, los culés sacaron su mejor arma encima del terreno de juego: el fútbol. Ya lo advertíamos, el equipo blaugrana promete esta temporada y, de momento, ya está en el sitio que quería estar. Ganador de la copa, en las semifinales de Champions y líder en solitario en la liga. No sabemos cómo acabará todo, pero la alegría de ganar al máximo rival es una cosa inexplicable. Todos los jugadores culés hicieron un auténtico partidazo y, obviamente, también lo hizo Íñigo Martínez que, por sorpresa, tuvo que jugar medio partido en una posición prácticamente inédita para él como culé, de lateral izquierdo.
Realmente, parece que al futbolista le diera completamente igual. Él quiere jugar y quiere ganar con esta camiseta y todo lo que esté por delante se lo llevará para conseguirlo. El futbolista encanta a la afición culé porque es pasional, contundente y seguro. Su capacidad para llevar la línea del fuera de juego le ha hecho ganar la titularidad en este equipo glorioso y es un auténtico líder. Más allá de los terrenos de juego, Íñigo Martínez parece el compañero perfecto para todos los futbolistas porque siempre se preocupa por todos. Sin duda, es uno de los más queridos del vestuario, pero también, es uno de los más desconocidos de la afición. Su poca actividad en las redes ha llamado la atención a los culés, porque a diferencia de algunos jugadores que lo enseñan todo, la mayoría de aficionados no saben quién forma su familia.
La final de ayer era un día marcado en rojo en el calendario para todos los padres, madres, hijos, abuelos y parejas de cada jugador porque sabían que no podían fallar a la cita en Sevilla. Obviamente, la familia de Íñigo Martínez también estuvo presente en La Cartuja y Nerea, la mujer, publicó una fotografía espectacular con el futbolista y las hijas, Nikole y Paule. La fotografía es fantástica y muestra la escena en que las tres bajaron en el césped a celebrar con el culé. Cuando se encontraron se dieron un abrazo espectacular los cuatro. La instantánea también la ha compartido Íñigo Martínez en su perfil de Instagram y ha añadido un corazón con unas letras en medio en inglés: "Amor". La música que acompaña a la imagen también es muy significativa: "Que nada nos pare, que salga de ti lo mejor y todos lo bailen. Son tiempos de luz y de amor". Y tanta luz, el futbolista levantó felizmente el trofeo.
Desde que Íñigo Martínez llegó al Barça que su corazón se ha pintado de los colores blaugranas. El futbolista demuestra en cada partido dentro del campo que quiere al club y la final de ayer es un buen ejemplo. ¿El resultado? Partidazo y título. Si, además, celebra el trofeo con su familia en el césped, se convierte directamente en nuestro MVP. Realmente, ya puede levantar los trofeos que quiera, que los mejores los tiene en casa.