En el mundo del corazón, las relaciones familiares y las conexiones personales son uno de los temas más recurrentes y seguidos por el público. Son distintas las familias que atraviesan situaciones difíciles a plena vista, por lo que inevitablemente crecen las incógnitas y los diarios pretenden conocer cada actualización. Inesperadamente, Íñigo Onieva decidió abordar las especulaciones que rodean su relación con el entorno familiar de Tamara Falcó.
Si hay algo que Íñigo Onieva no puede soportar del mundo de Tamara Falcó es la persecución de la prensa. Ha tenido que esconderse en múltiples ocasiones para evitar a los reporteros y salir airoso de sus preguntas. Y es que él mismo tiene su cuota de polémicas en el pasado, hay episodios que la memoria colectiva no olvida. Aun así, la pareja continúa llevando su relación día a día.
A pesar de querer pasar desapercibido, el marido de la marquesa de Griñón sigue dando pie a muchas noticias de la prensa rosa. Hace algunas semanas se viene comentando que su relación con Isabel Preysler no es la ideal, con pruebas de que han atravesado mejores momentos. Sin embargo, hay un detalle que terminó por acabar con las dudas. Te contamos más en las siguientes líneas.
El gesto de Íñigo Onieva que lo une más a la familia de Tamara Falcó
Hace un tiempo, se venía comentando que entre Íñigo y Tamara había problemas. Motivo por el cual Isabel habría dejado de seguir en redes a su yerno, una señal clara de que podrían romper relaciones. No obstante, no parece ser el caso. Durante una salida al Teatro Real para ver la ópera Miridate, el ingeniero acompañó a su mujer y a la ‘reina de corazones’. Al terminar el espectáculo, las mujeres salieron tomadas de las manos y él, en cambio, se quedó atrás como si las cuidara de cualquier intromisión. Pese a las informaciones que circulan, su trato con Preysler es cordial y respetuoso.
El siguiente gesto fue acompañar a la socialité al coche, donde le tendió la mano para ayudarla a entrar. A vista de todos quedó grabado que es atento con la filipina, que en la familia no hay roces ni rencores. Cuando se aludió a esta iniciativa y su cercanía con su suegra, el empresario solo comentó: “Por supuesto”. Por otra parte, el hijo de Carolina Molas parece tener un matrimonio sólido con Tamara, ya que ambos están en una etapa de crecimiento personal y profesional.
La actitud de Íñigo Onieva es bien recibida por los seguidores de la pareja, quienes ven en su sinceridad un indicio de la estabilidad que ambos buscan en su matrimonio. A medida que avanzan hacia el futuro, es evidente que la comunicación y el entendimiento son pilares fundamentales en su camino juntos. El deseo de construir un trato cercano con su suegra es señal de que está comprometido no solo con Tamara Falcó, sino también con la familia que la rodea. Sin duda, este es un paso importante en su viaje. A su vez, la marquesa seguirá trabajando de mediadora siempre que la ocasión lo amerite.