El amor ciego de Tamara Falcó por Íñigo Onieva está generando una crisis sin precedentes en su núcleo familiar. Isabel Preysler ha lanzado un desesperado llamado de auxilio ante el distanciamiento de su hija, quien parece estar priorizando su matrimonio por encima de su familia. Los rumores de deslealtad y manipulación rodean a Onieva, y aunque el círculo más cercano de Tamara intenta abrirle los ojos, ella sigue defendiendo con fiereza al hombre que la conquistó.
La relación entre Tamara e Íñigo ha estado marcada por la controversia desde el inicio. El empresario arrastra un historial de infidelidades, siendo la más sonada aquella que salió a la luz durante el festival ‘Burning Man’, cuando fue captado besando a otra mujer. A pesar de haber negado las acusaciones inicialmente, terminó admitiéndolas y Tamara, después de una breve separación, lo perdonó y decidió darle el 'sí, quiero'.
Pero ahora, las dudas sobre la fidelidad de Onieva han resurgido con fuerza. Recientemente, el empresario fue captado cenando con dos amigas y un amigo tras asistir a la feria ARCO con Tamara. Estas imágenes, publicadas en exclusiva por la revista ‘Diez Minutos’, han desatado una ola de especulaciones sobre una posible crisis en el matrimonio. Aunque algunos intentan restarle importancia al hecho, otros ven en estas fotografías un patrón de comportamiento que podría repetirse.
Isabel Preysler toma cartas en el asunto: ¿será demasiado tarde?
Lejos de quedarse de brazos cruzados, Isabel ha pedido la ayuda de sus otros hijos para intentar convencer a Tamara de que reflexione sobre su relación. Fuentes cercanas aseguran que la socialité está profundamente preocupada, ya que su hija ha comenzado a distanciarse de su familia y amigos, una actitud que muchos interpretan como una manipulación por parte de Onieva para alejarla de quienes podrían hacerla dudar de su matrimonio.
El descontento de la familia no es el único factor en contra del empresario. Figuras como Alba Carrillo han arremetido públicamente contra Onieva, recordando su pasado y asegurando que "la cabra tira al monte y él monta mucho". “Íñigo Onieva ya cambió la actitud el año que quería casarse, porque él quería ser marqués de Griñón; entonces dijo: 'Me voy a hacer el bueno'", sentenció Carrillo. Las declaraciones han resonado en el círculo de la alta sociedad, donde cada vez menos personas creen en el supuesto cambio de Onieva. A pesar de las advertencias, Tamara se mantiene firme en su decisión de defender a su esposo. Ha cortado la comunicación con algunos de sus familiares y prefiere evitar las reuniones donde pueda ser cuestionada. Su actitud desafiante ha generado un quiebre con Isabel Preysler, quien teme que su hija esté cayendo en una relación tóxica de la que no podrá salir fácilmente.
¿Se avecina una ruptura definitiva?
El futuro del matrimonio de Tamara e Íñigo es incierto. La presión mediática y familiar podría desgastar la relación, especialmente si siguen surgiendo nuevas evidencias que cuestionen la fidelidad del empresario. Isabel Preysler no está dispuesta a rendirse y, según fuentes cercanas, estaría preparando un nuevo plan para recuperar a su hija y alejarla de Onieva. Mientras tanto, Tamara Falcó sigue firme en su decisión de apostar por su matrimonio, incluso si eso significa quedarse sola. En la jet set se rumorea que la marquesa de Griñón podría estar viviendo en una burbuja que, tarde o temprano, estallará. La gran pregunta es: ¿abrirá los ojos antes de que sea demasiado tarde?