La historia de amor entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva ha dejado de parecer un cuento de hadas y se ha envuelto en sombras. A pesar de que el pasado mes de julio celebraron su primer aniversario de bodas, la marquesa de Griñón ha acaparado titulares que indican una creciente desconexión de su círculo cercano. Aquellas amigas que han estado a su lado durante años, así como su madre, Isabel Preysler, han observado un cambio profundo en Tamara, quien, de acuerdo con diversas fuentes, se siente cada vez más aislada.
El detonante de este distanciamiento, afirman los allegados, sería el propio Íñigo Onieva. El empresario habría tomado medidas para separar a Tamara de sus amistades, según algunas voces del entorno, con el fin de ejercer un mayor control sobre ella. “Él es un egoísta, está cieguísima”, confiesa una amiga cercana en declaraciones anónimas a ‘Espejo Público’, quien teme por el bienestar emocional y social de la marquesa.
El escándalo de la infidelidad que lo cambió todo
La relación entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva ha sido un ir y venir de controversias. Uno de los momentos más críticos llegó justo antes de su boda, cuando salió a la luz una infidelidad de Íñigo. Aunque muchos creyeron que ese sería el fin de la pareja, Tamara decidió perdonar y apostar por una vida juntos, culminando en un enlace que acaparó la atención de toda España. Sin embargo, lo que parecía ser un nuevo comienzo no ha sido más que el inicio de un nuevo capítulo de tensiones.
Declaraciones recientes de Maica Vasco en su canal de YouTube aseguran que Íñigo no solo ha alejado a Tamara de sus amistades, sino que incluso ha sembrado discordia entre madre e hija. “Ahora que está sola, la ha separado de todas las amistades, la ha separado de su madre y la ha dejado completamente aislada, pues claro, a lo mejor él puede pugnar por hacerse con un poquito de su dinerito, ¿sabes?”, afirma Vasco, quien no duda en criticar duramente la actitud del empresario.
Isabel Preysler, al límite: “Esto es una blasfemia”
La madre de Tamara, Isabel Preysler, tampoco aprueba la relación de su hija con Íñigo. Según Vasco, Isabel siempre se ha caracterizado por rodearse de parejas exitosas y económicamente solventes, un perfil que, según su criterio, no encaja con el de Onieva. “Para Isabel Preysler es poco menos que una blasfemia de que una mujer le vaya pagando las cosas a un hombre”, agrega la periodista, señalando que esta postura podría haber exacerbado aún más la distancia entre madre e hija. Las amigas de Tamara también han alzado la voz, asegurando que “ya no es la misma”. Se rumorea que incluso han organizado cadenas de oración para que la marquesa recapacite y ponga fin a esta relación. “Desde que se casó, está desconocida, amargada, había roto toda relación con sus amigas de siempre, ya no era la misma”, sentenció Vasco.
En plena era de las redes sociales, muchos consideran sorprendente que situaciones como estas sigan ocurriendo. Vasco señala que los comportamientos de Onieva son una “bandera roja” clara: el aislamiento como estrategia de control. “Unos te calientan la cabeza y otros te difaman en el entorno ante tus espaldas y de repente tú te empiezas a dar cuenta cuando das con este tipo de bichos silvestres que cada vez estás más solo. Claro, es que ese es el plan, dejarte solo y aislado para después devorar a la presa”, concluye la periodista.