Se acerca un gran estreno para Íñigo Onieva. El marido de Tamara Falcó, graduado en ingeniería industrial, con experiencia en relaciones públicas y negocios, está a punto de arrancar en el mundo laboral de nuevo. Se convirtió en hombre de la marquesa de Griñon por los pelos, le puso los cuernos delante de todo el mundo, se quedó sin trabajo y le rompió el corazón en mil añicos, todavía no sabemos cómo consiguió esta segunda oportunidad. Sin embargo, parece que la vida de matrimonio les va muy bien, solo hacen que viajar y comer, un estilo de vida a la altura de su hucha. A partir de ahora, sin embargo, parece que tendrán que frenar este ritmo de vida, Íñigo Onieva estará más ajetreado que nunca en una nueva apuesta laboral que le ha robado todo el tiempo. Atención.

Íñigo Onieva salía cada jueves a cenar con los amigos para coger inspiración para su nuevo negocio: un restaurante. Casa Salesas, así se llama su place to beun nuevo local de Madrid que pretende cumplir con las expectativas de todos los pijos de su entorno: tendrá absolutamente de todo, es mucho más que un restaurante. Se podrá ir a desayunar, comer, cenar, e incluso tomar un cóctel para alargar la sobremesa hasta la madrugada, en resumen, el local refleja el plan ideal de Íñigo Onieva. Ya hace tiempo que vemos como el empresario hace eco del proyecto por la red, y después de poner las expectativas muy altas, dentro de pocas horas el restaurante abrirá las puertas al público. Antes, sin embargo, necesitaba idear una estrategia de marketing para asegurarse el éxito. Y, justo antes de la apertura oficial, el restaurante ya está lleno de reseñas buenísimas en Google, todos le meten 5 estrellas, ¿casualidad?

Algunas de las reseñas que tiene 'Casa Salesas' / Google
Carolina Molas, madre de Íñigo Onieva, llegando a la boda con Tamara Falcó / Europa Press

La apertura del restaurante está programada por la noche del 14 de mayo, donde seguro que podremos verlo acompañado de toda su familia y Tamara Falcó, pero parece que el local ya ha recibido a los primeros comensales que han podido probar su carta, y todo ellos están encantados con la experiencia. Una coincidencia extraña que esconde una casualidad planeada, el medio EGOS de La Razón, se ha dado cuenta de que todos los usuarios que han dejado su reseña tienen un vínculo con el propietario: son los familiares y amigos de Íñgo Onieva. "Un lugar súper acogedor con una comida riquísima y un servicio muy atento, todo a muy buen precio además. Me encanta que se pueda ir tanto a desayunar como a tomar un café, como a una comida de trabajo o de diversión y cena con música. Tienes para elegir. Lo más bonito, la participación de los comercios del barrio en muchísimos de los artículos del restaurante, como los uniformes de los camareros, los jabones del baño, etc" eso apuntaba Carolina Molas, la madre del protagonista.

Pero el asunto no queda aquí, entre el resto que también le ha puesto un 5/5, podemos leer el nombre de Enrique Eguiraun, amigo de Onieva quien también ha evaluado el local con la mejor de las notas. Un total de 10 reseñas donde podemos ver incluso el nombre de Íñigo Onieva. Muy fuerte. Bien, si eso era una estrategia para conseguir mejor posicionamiento o estrellitas en Google, lo han conseguido, pero al destapar este secreto, la fórmula del éxito les cae a trozos. Mejor dicho, es ridícula. Está claro que el local siempre estará lleno de amigos y conocidos, ya tienen la clientela hecha con su renombre. Ahora bien, no podemos tener más ganas de ver las primeras reseñas reales de gente que han ido a cenar de casualidad, este es el mayor reto. A ver qué tal será Casa Salesas para los madrileños.