El mundo de la jet-set está en shock. Íñigo Onieva lleva meses sin cruzar palabra con Isabel Preysler, la madre de su esposa, Tamara Falcó. Lejos de ser una simple diferencia de opiniones, el distanciamiento entre suegra y yerno ha escalado hasta el punto de que Onieva evita cualquier contacto con la socialité, incluso en eventos familiares importantes. Pero, ¿qué ha llevado al empresario a borrar del mapa a la "reina de corazones"?
Fuentes cercanas a la familia revelan que Isabel Preysler nunca vio con buenos ojos a Íñigo. Desde que la pareja retomó su relación y se casó, la madre de Tamara no ha dejado de lanzar dardos envenenados sobre la inestabilidad del empresario y los escándalos que lo rodean. La situación alcanzó su punto crítico cuando Isabel le habría dicho a su hija que "dejara de vivir engañada" y abriera los ojos ante las verdaderas intenciones de su esposo.
Un desencuentro que lo cambió todo: la advertencia que desató la ruptura
Todo se desmoronó en octubre, cuando Maica Vasco reveló que madre e hija protagonizaron una discusión feroz. Según fuentes bien informadas, Isabel Preysler habría sido testigo de algo "muy gordo" que la alarmó profundamente y la llevó a advertirle a su hija sobre la verdadera cara de Íñigo Onieva. El resultado de esta confrontación fue inmediato: Onieva cortó todo contacto con su suegra, sellando la fractura familiar.
El distanciamiento quedó expuesto de manera humillante en la gala de la revista ‘Mujer Hoy’, donde Isabel fue homenajeada por su influencia en la sociedad española. En una noche tan significativa, Isabel esperaba contar con el apoyo de su familia, incluida Tamara y su esposo. Sin embargo, Íñigo evitó posar junto a su famosa suegra en el photocall, un gesto que muchos han interpretado como una clara señal de distanciamiento.
Un matrimonio bajo fuego: Tamara atrapada entre dos frentes
El conflicto entre Isabel e Íñigo ha puesto a Tamara Falcó en una posición delicada. Por un lado, su madre insiste en que su matrimonio es una bomba de tiempo y que su esposo no es de fiar. Por otro lado, su marido le exige lealtad absoluta, negándose siquiera a escuchar las críticas de su suegra. Lejos de calmar las aguas, la marquesa de Griñón ha optado por tomar partido por su esposo, lo que la ha llevado a distanciarse de su madre y a defender a Íñigo a capa y espada. De hecho, se dice que su relación con Isabel está tan deteriorada que no pasaron juntas las pasadas fiestas navideñas, un acontecimiento sin precedentes en la historia familiar.
La postura de Tamara Falcó ha generado todo tipo de reacciones, desde la incredulidad hasta la burla. Su empecinamiento en defender a Íñigo Onieva, a pesar de los escándalos, la ha convertido en el blanco de chismes y memes en redes sociales. Los círculos de la aristocracia comentan con sorna que la marquesa de Griñón es la única que no ve lo que es evidente para todos. Mientras tanto, lo que está claro es que Íñigo ha eliminado a Isabel Preysler de su vida y no parece querer volver atrás. La tensión en esta famosamente mediática familia se intensifica, y el resultado de esta situación promete ser tan sorprendente como dramático.