Han sido meses de travesía plagada de obstáculos, y claro, ahora que faltan 5 días para la gran cita, el espectáculo es descomunal. Hablamos, sí, del bodorrio entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva. El serial ha tocado todos los géneros y palos imaginables, pero faltaba el componente de crónica negra, de sucesos, de polis y cacos. Como queda tan poco, el fascículo de la colección es doble: dos intentos de robo con la parejita como protagonista. Si el fin de semana nos explicaban el robobo de las jojoyas que tendría que lucir la hija de la Preysler, ahora la cosa va de relojes, de persecuciones y de llamadas a amigos policías. No, no a la amiga policía del lavabo y la pasión desleal. A otros amigos policías. Vamos por partes.

Todavía estábamos digiriendo el atraco al matrimonio de joyeros proveedores de la familia Preysler, a quien robaron a punta de pistola una maleta en medio de la autopista. Una maleta, decían, cargada con piezas por valor de 2 millones de euros. Diferentes medios aseguraron que se trataba del pedido de la marquesa, pero las víctimas han emitido un comunicado desmintiendo este extremo. Eso sí, le tocaría de cerca al madrileño. Según el periodista Aurelio Manzano, lo que arrebataron los delincuentes eran "unas piezas que estos joyeros les habían mostrado a una parte de los invitados a la boda, pero invitados relacionados con la otra parte, con la de Íñigo Onieva". Pues he aquí que días antes se vivió otra situación de miedo y angustia provocada por ladrones. Cuando menos, Íñigo pensaba que lo eran.

Iñigo Onieva / GTRES

Onieva, paranoico, cree que lo persiguen en la Milla de Oro de Madrid

¿Paranoia? ¿O realidad? Resulta que Onieva circulaba en su moto por la Milla de Oro del barrio de Salamanca, la zona comercial de los pijos y poderosos de la capital de España, cuando se quedó parado por una presencia amenazadora. Otro motorista lo perseguía y empezaron las dudas y el sudor frío. Lo primero que creyó era que se trataba de un paparazzi, un compañero invisible pero recurrente desde hace meses en su vida. Sin embargo, y según han dicho en 'El Programa de Ana Rosa', encontró raro que fuera sin cámara. Paró su motocicleta y entró a toda prisa en una tienda para llamar enseguida al mencionado policía, que le recomendó que se quedara allí vigilando los posibles movimientos del sospechoso. La cosa es que no lo volvió a ver, pero el miedo ya lo tenía en el cuerpo.

Íñigo Onieva / GTRES

El reloj de 50.000€ que le regaló Tamara, un peligro

Y lo tenía porque Onieva lleva en la muñeca el regalo que su prometida Tamara le hizo en la fiesta de compromiso en Villameona, un reloj de lujo de más 50.000€. El agente le recomendó que se lo quitara cuanto antes para evitar disgustos. Una instrucción que obedeció sin pensárselo, aunque no hubiera peligro real a su alrededor. Solo en su imaginación, por suerte para él. En todo caso, haría bien de no llevar este tipo de piezas tan alegremente. Evitaría disgustos como estos.

Íñigo Onieva / GTRES
El reloj de Íñigo Onieva / GTRES

Menos de 5 días para la boda. Se harán largos, ya verán. Por cierto, Netflix se estará poniendo las botas. Tendrán material para 7 temporadas.