Parecía mentira, pero, finalmente, después de meses de viajes, y lujos, muchas tardes sin dar palo al agua, Íñigo Onieva se ponía a trabajar. Ni más ni menos que en una de sus pasiones: la hostelería, y no como camarero. El marido de Tamara Falcó ha abierto un local a Madrid, el nuevo "place to be" de la pijolandia, Casa Salesas, el restaurante fundado por Onieva, El Turronero e Iván Espinosa abría las puertas a su restaurante después de meses y meses de expectación. Íñigo estaba más involucrado que nunca en toda la construcción y la fundación de su Bistro Bar, la coctelería que se convertiría en su nuevo rincón de recreo, mientras Tamara Falcó está en los rodajes de Vaso Talento, Onieva ya debe tener un calendario de planes y quedadas con los colegas.
El restaurante se estrenaba con una fiesta de celebración de prestigio y un renombre de etiqueta. En la celebración no faltó nadie, ni su hermana, ni su madre, ni la marquesa de Griñón, y, quien tampoco se quiso perder el acontecimiento de apertura, fue Isabel Preysler. La socialité tiene mucho miedo de envejecer, lo pudimos ver en su look, y su nuevo aspecto, cada día más estirada y más chupada, las imágenes hablan por sí solas. La fiesta de inauguración empezaba con magnificencia después de que se pillaran las primeras reseñas del restaurante. Casa Salesas no había ni abierto las puertas y ya contaba con reseñas de cinco estrellas para Google. ¿Lo mejor de todo?, todas las valoraciones estelares las habían escrito sus amigos, su madre y él mismo, el propio Íñigo Onieva. Él quería estrenarse a lo grande, y con una buena reputación. Lástima que, pocos días después del estreno, ya le han caído un par de estrellas.
El día antes de abrir el negocio, contaba con 5 estrellas, y una semana más tarde, sol cuenta con 3,1 estrellas. El imperio le cae a trozos. Entre el listado de valoraciones, ya podemos ver a usuarios que le colocan un 1/5, la mayoría coinciden con un factor: los precios son carísimos. "Íbamos con grandes expectativas, pero se desinflaron. La comida escasa, normalita y muyyyy cara. El servicio fue agradable y correcto, sin más. El ambiente nos pareció más de un local de copas que de comida, estaría bien que se diferencie. Y sí, caro para lo que comimos. Obviamente, fuimos por la novedad y la publicidad, pero no volveremos." Ui, está claro que el ambiente festivo de las sobremesas con gin-tonics le traerá jugarretas. Representa que es un bar para ir a desayunar, comer y cenar, pero su horario no empieza hasta las 10 de la mañana, podéis ver que los esnobs son muy matinales.
Antes de que arrancase a llorar por estas nuevas valoraciones de las últimas horas, Carolina Molas, la madre de Íñigo Onieva, ya salía en defensa de su hijo cuando Europa Press le preguntaba por las supuestas reseñas que se estaba inventando con los amigos. “No se está inventando nada, las reseñas es lo que la gente piensa. Es un restaurante muy bonito, muy agradable, y muy rico estaba todo. Las reseñas que yo escribo son las que escribo yo, es mi opinión” Decía su madre después de su reseña donde aseguraba que todo estaba buenísimo y a un precio excepcional. Un precio magnífico por|para su cartera.
Casa Salesas, el nuevo juguete de Íñigo Onieva ya se tambalea. A ver cuando le queda para ir cojo del todo.