Llegó el día favorito del año para los fans incondicionales del Festival de Eurovisión. Malmö acogerá la 68ª edición del certamen, donde el grupo valenciano Nebulossa actuará representando a España con la canción ‘Zorra’, un tema que no ha estado exento de polémica, pero que ya es todo un himno para el movimiento feminista.
La expectación en torno a esta edición es palpable, recordando el revuelo que causó el año pasado el éxito de Chanel, que logró el mejor resultado de España en décadas. Sin embargo, si hay una edición que quedó grabada en la memoria colectiva, fue la de 2002 en Tallin, Estonia, donde Rosa López representó a España, después de ganar la primera edición de Operación Triunfo.
A diferencia de Bustamante o Bisbal, la trayectoria de Rosa López, o Rosa de España como muchos la conocían, tomó un rumbo distinto. Aunque inicialmente disfrutó de cierta repercusión en los primeros años después de OT, con el tiempo su presencia en el mundo de la música fue disminuyendo. Incluso llegó a pedir trabajo en entrevistas en algunos medios de comunicación, mostrando un cambio notable en su carrera.
David Civera también arrasó, incluso en Eurovisión
En la misma línea, otro artista que arrasó en los años 90 y 2000, pero acabó desapareciendo del primer plano. Se trata de David Civera. Después de ganar popularidad con apenas 17 años gracias a su participación en 'Lluvia de estrellas' y su posterior encuentro con Alejandro Abad, su productor, Civera alcanzó la fama al representar a España en Eurovisión 2001, un año antes que Rosa, con 'Dile que la quiero', obteniendo un honorable sexto puesto. Durante esa época, llenaba estadios con sus actuaciones, pero su brillo se fue desvaneciendo con el tiempo.
A pesar de lanzar varios discos hasta 2013, incluyendo éxitos como 'Que la detengan' o 'Rosas y espinas', los últimos trabajos de Civera pasaron desapercibidos. Aun así, sus incursiones en la televisión, como ganador de la segunda edición de 'Mira quién baila' en 2006 y presentador del programa 'Superstar' en Telemadrid, mantenían su presencia en el panorama mediático, aunque su enfoque artístico había cambiado.
El declive de Civera lo lleva de vuelta a un pueblo de Teruel, su tierra natal
Sin embargo, la retirada gradual del foco mediático fue una elección consciente para Civera. En una entrevista para el diario Heraldo, explicó que la industria musical había cambiado mucho y que su decisión de alejarse coincidió con el nacimiento de su hijo en 2011. “En 2009 la industria de la música cambió mucho. Y ya cuando en 2011 nació mi hijo me di cuenta de que había invertido muchos años en mi profesión y que tenía que dedicarme a mí y a los peques. Cuando la pandemia nos puso a prueba me di cuenta de que había acertado”, explicó. “Quizás sea un error a nivel artístico, pero es que no soy un tío ambicioso. Tengo muchas aspiraciones, me gustan los retos, pero la ambición no va conmigo”, añadía.
Desde entonces, Civera lanzado algunos discos como el recopilatorio ‘15 Aniversario’ en 2016 o ‘Empatía’ en 2019, que contenía 5 temas. Y también el sencillo ‘Entre amigos’. En 2022 publicó su última canción. Pero todos han sido trabajos de bajo perfil.
Ahora, retirado del ajetreo de la fama, vive en un pueblo de Teruel con su esposa e hijos, disfrutando de una vida tranquila y dedicando tiempo a actividades como cultivar un pequeño huerto. Aunque algunos puedan considerarlo un error desde el punto de vista artístico, para él, la ambición nunca fue una prioridad. Su enfoque reside en la plenitud personal y familiar, una elección que encuentra validación en la paz y la felicidad que ha encontrado en su nueva vida.