Una de las separaciones más sonadas de los últimos días la han protagonizado, sin duda, Manuel Campo Vidal y María Rey. Los dos periodistas y presentadores llevaban toda la vida juntos, 25 años de matrimonio, y ahora han decidido partido peras y poner fin a su vida en común. Desde que se casaron en Pontevedra en el año 1998 parecía que serían pareja de por vida, pero finalmente no ha sido así. El "desgaste de los años" ha pesado finalmente en la pareja, que ha tomado esta decisión sin que haya habido ninguna otra decisión o problema de por medio. "Han tomado una decisión conjunta dolorosa, pero desde la lealtad y la fidelidad. Esto se ha hecho despacio, de manera privada, sin conflictos. De hecho, hasta ahora sólo lo saben sus familiares y amigos íntimos y ahora lo tendrá que asumir públicamente", dice una fuente al diario El Mundo.

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Manuel Campo Vidal y María Rey / IG

De momento, los papeles de divorcio no están encima de la mesa porque los dos lo consideran innecesario y tienen suficiente con vivir separados, y manteniendo el contacto por el bien de sus tres hijos. "Ha facilitado las cosas que tienen un piso cercano a la casa donde vivían juntos. Para que te hagas una idea, hablan a diario y comen en familia a menudo. Les vamos a seguir viendo bien y juntos en muchas ocasiones", dicen en el mencionado medio. Tres hijos que son el orgullo de los padres, y que ninguno, sin embargo, ha seguido el camino de sus progenitores ni se ha dedicado al periodismo. Iría, Iago y Nacho. El mediano, Iago, es un emprendedor a sus 23 años: "A mí me gusta la gestión de empresas, lo tengo claro desde pequeño. Estando en Bachillerato, creé una empresa con un amigo, Microscuantis. Compramos microcoches, los que se conducen sin carnet desde los quince años, y los arreglamos, tuneamos y revendemos. Mi padre siempre me ha animado a emprender, empezamos con préstamos familiares y vamos creciendo", decía en ¡Hola!. Aquí tienen a los tres hermanos.

El hijo pequeño, Nacho, combina una empresa de organización de acontecimientos con los estudios de Administración y Dirección de Empresas e Ingenieria Informática y con muchas sesiones como DJ, pinchando música electrónica en diferentes locales y saraos de Madrid, Marbella, México, Roma, Cádiz o las Canarias. ¿Y la hija mayor, Iría? Aparte de ser clavada a su madre, como dos gotas de agua, la guapísima hija mayor de la expareja estudió Filosofía Política y Economía, también Historia y tiene vocación política y como apunta Vanitatis, trabajó unos meses en el Consejo de la Unión Europea: "Bruselas es el hemiciclo de Europa, un centro de ebullición política y social. Es una ciudad cómoda y pequeña, pero a la vez cosmopolita, abierta de mente y con oportunidades constantes. Madrid está creciendo internacionalmente, me da pena estar perdiéndome este proceso, pero me alegra ver el boom cultural y poder apreciarlo cuando voy a casa. Mi momento está en Bruselas nutriéndome del ambiente político".