Isabel Coixet, cineasta catalana y unionista encarnizada, es la nueva y flamante embajadora de la 'marca España'. Un lujo. Que honor. Que... disparate. La de Sant Adrià del Besòs ha recibido de manos de Felipe y Letizia esta distinción tan resultona, que acepta orgullosa y entusiasmada. Se ve que no tiene ni idea de la imagen real de la marca, pero que la llamen de Palacio para participar en un 'sarao' de campanillas, ¡ah!, ¡alerta!. Eso mola mucho. Coixet comparte gozo con personajes de la altura de Ana Botín o Javier Tebas, entre otros.
Isabel Coixet marca España Europa Press
Ha recibido la distinción de embajadora cultural en El Pardo, exresidencia del dictador y genocida Francisco Franco. Un escenario ideal para cualquier demócrata de toda la vida. También para progres de salón, evidentemente. Pero hay más: a Isabel, formar parte de este selecto club y recibir la acreditación honorífica de manos de un Rey muy 'preparao' y una Reina vestida de repartidor de butano, le llena de orgullo. Ahora podrá enseñarla a las visitas, no como la Creu de Sant Jordi, la máxima distinción catalana, que recibió de manos de Pasqual Maragall hace muchos años y de la cual reniega abiertamente. De hecho, asegura que no la ha devuelto porque no la encuentra en casa. Casualidades de la vida. La mujer ha sido felicitada en las redes. Bien, quizás 'felicitada' no es la palabra. Pero si se han acordado de ella y de su nueva empresa.
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Isabel Coixet Ana Botín EFE
Este nuevo trabajo de Coixet tiene trampa: seguro que triunfa, porque la imagen de la 'marca España' no puede ser más lamentable. Que le aproveche.