A finales del año 2017 tenía lugar una de las injusticias más flagrantes en los medios de los últimos tiempos. Una periodista como Isabel Gemio, con un talento y una hoja impecable de profesionalidad, era fulminantemente despedida de Onda Cero después de 14 años al frente del programa Te doy mi palabra. La periodista asumía con entereza la mala noticia y se despedía así de los oyentes.

"Me voy a la tarea más importante de mi vida, vivir". Gemio, volcada en su familia. Hay vida más allá de las ondas. O de las ondas de la cadena radiofónica de Atresmedia. La periodista extremeña, que tanto tiempo trabajó en Catalunya, ha vuelto a hablar. El paso del tiempo y la distancia no han hecho, sin embargo, que cambie lo que ya pensaba entonces de su adiós: ella no se marchó, la marcharon. Lo ha confesado en el programa Toni Rovira y tú, donde ha ido de invitada y que se emitirá próximamente.

@gemio_isabel

El colaborador de Rovira, Rocco Steinhäuser, ha querido saber qué pasó, por qué se marchó de manera tan abrupta. Y ella no se ha mordido la lengua. En un adelanto de la entrevista, Gemio las suelta con el estilo y la finezza que siempre la han caracterizado: "No me fuí: me fueron. Yo no me hubiera ido. Me quedé en shock. Después de 24 años en el grupo, nunca lo pensé". Gemio, además, avisa a todos aquellos románticos que crean que darle años de dedicación a una empresa te asegura una silla de por vida: "Un programa de éxito..., muy rentable..., nunca lo entenderé. Pero la gente tiene que saberlo: no vale ni tu trayectoria, ni la audiencia, ni la rentabilidad. No vale nada. Si alguien, en un despacho, decide quitarte, te quita".

Hay despidos que dicen mucho (o muy poco), no de los que los reciben, sino de los que los deciden. Un error de los grandes. Ganas de oir a Gemio en el resto de la entrevista.