Isabel Gemio fue durante años una periodista temida por muchos compañeros de profesión. Presentadores como Jorge Javier Vázquez la acusaban de rencorosa. Su matrimonio fallido con el cubano Nilo Manrique la dejó como una madre sola con dos hijos, uno de los cuales, el adoptado hace 21 años, sufre una enfermedad minoritaria, una distrofia muscular. Gemio, despedida de Onda Cero, afronta su Fundación como un reto para contribuir a lacura de su hijo, pero en su situación económica, tiene una pesadilla que confiesa cercana al llanto en una entrevista al diario El País: "A veces tengo sueños, pesadillas más bien. ¿Y si un día sale un tratamiento carísimo que cure a mi hijo y no tengo el suficiente dinero [se emociona]?".
En paro, define así su papel de madre: "No soy una madre coraje. Alguna que conozco sí. Mujeres con uno, dos, tres hijos con enfermedades horribles. Yo soy más bien una madre desesperada por saber que hay medios para curar a mi hijo, pero no hay remedio porque no se investiga lo suficiente". Todo su dinero, contactos e influencias no le han servido para curar a su hijo. Una cura de humildad a la que responde así: "La enfermedad no discrimina. Por un lado es justo, porque si no solo los ricos comprarían la salud. Por otro, te pone en tu sitio". No esta arruinada pero tiene miedo a su futuro económico.
¿Y del futuro sentimental? Sigue sin pareja y lo explica así a sus 57 años: "Soy exigente. No me conformo con sucedáneos del gran amor que he conocido, porque lo he conocido. No me conformo con pequeñeces, con alguien que no esté a la altura". Ha superado todas las sacudidas de la vida, perder el trabajo, el marido y la salud de un hijo. Confesa que "Estuve noqueada, más muerta que viva". Definirse a sí misma como "desesperada" se queda corta.