Era la crónica de un abandono anunciado. Lo había intentado una, dos, tres, cuatro, cinco veces... Tal era la obsesión de Isabel Pantoja por abandonar Supervivientes que incluso llegó a intentar escapar (literalmente) del islote donde "residía" en plena noche, adentrándose en el mar cargada con su saco de pertenencias y en pleno ataque de angustia. A pesar de su insistencia, Telecinco siempre había conseguido retener su carísima estrella. La sobreprotección y el favoritismo de la cadena era un clamor entre la audiencia. Y el tongo, el aroma habitual cada vez que se hablaba de ella. Ahora, con el abandono forzado de la cantante por orden de los médicos del reality, se añaden incluso los rivales, como Colate Vallejo-Nágera, haciendo estallar a Jordi González al asegurar que el programa ya tenía "arreglado" el adiós desde la cuarta semana (hasta ayer, completó 10): "Para decir mentiras, mejor meterse la lengua en el culo"
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"Quienes duden del programa que vayan a los juzgados y denuncian". González repartía contra todo bicho viviente (los antipantoja), encabezado por el ex de Paulina Rubio. Isabel, apartada del grupo hace un par de días después de sufrir un bajón físico, era conminada a abandonar el concurso debido a los resultados preocupantes de ciertos valores de su analítica. La artista había empezado la experiencia en unas condiciones físicas complicadas por problemas no especificados, pero que han sido agravados al no seguir la dieta estipulada para controlarlos. Todos quedaban "desolados", la cadena y la Pantoja. Pero ni siquiera la supuesta gravedad de su estado físico la alejaba de los escépticos.
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La retirada por orden médica llega en un momento decisivo del concurso, con la artista nominada y con números para ser expulsada. Telecinco evitaba el aprieto, y Colate seguía atacando: "Me parece una pantomima lo que está pasando hoy. Es todo estrategia, es todo circo". La ira del presentador catalán, incluso más beligerante que Jorge Javier Vázquez defendiendo la joya de la corona de Paolo Vasile, era colosal. En Telecinco, impera el "por la Panto, mato", que diría la otra gran reina de la cadena, Belen Esteban.