Desde que Isabel Pantoja decidió dejar atrás Cantora y mudarse a Madrid para empezar una nueva vida, la tonadillera ha estado en una búsqueda constante de alguien que le ayudara con las tareas del hogar en su imponente chalet, ubicado en la exclusiva urbanización de La Finca, en Pozuelo de Alarcón. Esta impresionante propiedad, que cuesta 30.000 euros al mes, no es solo una casa, sino un auténtico palacio moderno que ofrece siete habitaciones, once baños, piscina tanto interior como exterior, gimnasio, spa y una sala de cine privada.

Sin embargo, encontrar la persona ideal no ha sido sencillo. Para la artista, el sentido de discreción y lealtad pesa más que las habilidades de limpieza y organización. La cantante, conocida por su carácter fuerte y su desconfianza hacia los extraños, necesitaba a alguien que no solo limpiara y cocinara, sino que también mantuviera su vida privada lejos de los focos de la prensa. Según fuentes cercanas, Pantoja ha encontrado a la persona ideal dentro de su propio círculo de confianza: Mari Ángeles, presidenta de su club de fans en Valencia.

Una seguidora fiel se convierte en empleada del hogar

Hace unas semanas, el programa Vamos a ver ya adelantaba que Pantoja había contratado a alguien de su entorno más cercano para trabajar en su casa. Kike Calleja, colaborador del espacio, reveló que se trataba de una persona vinculada a la artista, que aceptó un contrato de lunes a viernes por un sueldo de 800 euros al mes, además de los billetes de ida y vuelta a su ciudad los fines de semana.

Ahora, Leticia Requejo, colaboradora de TardeAR, ha desvelado más detalles sobre esta peculiar contratación. Al parecer, la primera opción de Isabel fue Celeste Rodríguez, una de sus personas de confianza en Madrid, pero esta rechazó la oferta. Fue entonces cuando la tonadillera recurrió a Mari Ángeles, quien no dudó en dejar su vida en Valencia para convertirse en la empleada del hogar de su ídolo.

Un sueldo mínimo para una responsabilidad máxima

A pesar de la devoción que Mari Ángeles siente por Isabel Pantoja, muchos se han sorprendido por las condiciones laborales que ha aceptado. Con un sueldo mínimo interprofesional, la presidenta del club de fans se encarga de las labores domésticas en un chalet de grandes dimensiones, además de mantener la privacidad de la artista a toda costa. Lo curioso es que, a pesar de la importancia del puesto y las horas de trabajo, la intérprete de ‘Marinero de luces’ no se ha mostrado dispuesta a invertir demasiado dinero para mantener a su nueva empleada doméstica.

Esto ha generado críticas entre quienes consideran que la tonadillera está aprovechándose de la admiración que le profesa su seguidora más fiel. Lo que está claro es que, una vez más, la tonadillera ha demostrado que sabe rodearse de personas dispuestas a hacer lo que sea por ella, incluso si eso significa aceptar un sueldo de miseria y dejar atrás su propia vida. ¿Hasta dónde llegará la devoción de sus fans? Solo el tiempo lo dirá.