Isabel Pantoja siempre ha arrastrado deudas con la Agencia Tributaria. Sus problemas económicos son conocidos en toda España, pero desde hace meses ha trazado un plan económico para poner solución a sus millonarias deudas. Con ayuda de su hermano Agustin, la cantante ha vuelto a los escenarios con una impresionante gira. Se encuentra en un tour de 15 fechas, aunque finalmente ha cancelado 5. Sus ganancias serán de 750.000 euros. Debido a esta pérdida, la artista ha tenido que deshacerse de algunas de sus propiedades inmobiliarias. Una de ellas la que más duele le da, donde ha vivido más recuerdos con Paquirri o con sus hijos, pero también donde ha entrado la desgracia, Cantora. Según Paloma García-Pelayo, el posible comprador está interesado en construir un hotel. Un movimiento con el que como mínimo se embolsará un total de 4.348.404,99 euros, precio marcado en la última tasación de la finca en 2024.
Otra de las casas de la que se despedirá para pagar Hacienda es la situada en el barrio del Tardón, en Sevilla, una venta cuyos detalles ya se están ultimando. Por la venta de esta vivienda, la madre de Kiko Rivera se embolsaría 350.000 euros. Ya a finales del año pasado se deshizo de su propiedad en Fuengirola, una propiedad compuesta por dos apartamentos que juntos suman un total de 200 metros cuadrados y por el que Isabel se embolsó 300.000 euros.
Isabel Pantoja vende todas sus propiedades y se aleja de Sevilla
Isabel Pantoja ha decidido vender las propiedades para saldar su deuda con Hacienda pero también para olvidarse completamente de sus dos hijos, con los que no tiene ninguna relación. Y con Isa está muy dolida desde su última entrevista en televisión. La cantante busca casa en Madrid para vivir con su hermano Agustin. Se muda a la gran ciudad, y está interesada por la urbanización de La Moraleja, donde viven muchos otros famosos. Ya ha llamado a varias inmobiliarias. No es la primera vez que la tonadillera compra una casa en mencionada zona de la capital.
Con el dinero que le sobre tras pagar su deuda con Hacienda compraría esta nueva residencia donde se quedará los últimos años de su vida. Ya no quiere saber nada de Sevilla. Es historia, su pasado. Quiere olvidarse de todo y empezar de cero. Como si nada hubiese ocurrido. Pero primero su misión es pagar a Hacienda para poder dormir tranquila, está harta de esta mala suerte que le ha rodeado siempre. Ha creído en muchas ocasiones que tenía una mano negra, alguien le había echado una maldición.