Isabel Pantoja le está costando un ojo de la cara a Paolo Vasile. Il capo de Telecinco le fichó a golpe de talonario por una cifra astronómica, enviándola a 'Supervivientes', primero, y preparándole un talent show a medida: Idol Kids, el próximo estreno de la cadena. Pero la tonadillera más famosa de España es insaciable. Siempre quiere más, y eso no estaría haciendo nada de gracia en Mediaset, que le habría amenazado con recortarle 'el sueldo' por un caro vicio, costumbre o, según la afectada, una práctica pactada con anterioridad: quedarse con la ropa que le prestan las marcas que le visten en el programa. Lo explica con todo tipo de detalles la siempre bien informada Pilar Eyre, que sólo tiene un temor: que "a partir de ahora las pantolibers se lancen contra mi a degüello".
Pantoja es una diosa absolutamente intocable para sus siervos. La cronista barcelonesa lo sabe, pero va bien cubierta, y lo "casca" todo: durante la grabación del programa en octubre pasado, los vestidos, diseños y complementos escogidos por la estilista de Telecinco "tenían patas": acababan en las maletas de la artista, después de que su equipo "limpiara" los camerinos de todo aquello que le interesaba. Un vestuario muy caro que a ella le sale más barato que de rebajas: de Madrid a Cantora, a coste cero. "¿Quizá para ser utilizada en su próxima gira veraniega? ¿como recuerdo de esos preciosos días? ¿Tal vez para dejarla a sus hijos en un futuro?" No se sabe, lo único que queda claro es que nunca vuelven al origen. La cosa roza el surrealismo (o la cara de cemento) con una anécdota de diva: el último día de grabación se tenía que poner "un vestido precioso, el más espectacular de todos. Se lo encontró preparado en el camerino, colgado de una percha en alto, con todos los complementos..." Isabel, sin embargo, no salía a plató. Las horas pasaban, los nervios se multiplicaban, los costes se disparaban, la paciencia de todo el mundo se agotaba. Una espera que acaba con el asistente quejándose "no le gusta el vestido, así no sale... Traed algo de Escada". A toda prisa, le compran uno de la marca alemana, la de sus míticos chándales. El fuego se había apagado, pero la traca no. No quedó nada después de la grabación: "¡Se llevó el conjunto desechado y también el nuevo!" Olé tú.
La cadena le ha reclamado que devuelva "decenas de vestidos y complementos", pero ella no tiene ninguna intención de hacerlo. Le prometieron, dice, que todo era para ella. "No he cometido ninguna irregularidad, ha sido un regalo". Y punto. En T5 están que trinan: "¡le han comunicado que van a descontar el importe de los trajes de su multimillonario sueldo!" Preocupada no parece. Aún. Para idol, la Panto.
PD: Mediaset se ha puesto en contacto con En Blau para desmentir la historia: "la información publicada hoy por un blog de la revista ‘Lecturas’ en torno a ‘Idol Kids’ es falsa"