La gira americana de Isabel Pantoja ya está en marcha. Sinceramente, lo celebramos: llegar a pisar territorio USA ha sido peor, y sobre todo más largo, que la gestación de un elefante. Con las ganas que tenía la tonadillera de largarse de España y distanciarse de todas las miserias y dramas que arrastra, y las autoridades yankees le cerraban el paso por un pequeño detallito: sus antecedentes penales. Solucionar este problema ha costado bastante, como también que la negociación de la artista y los promotores llegara a buen puerto. En todo caso, mira, que ya está allí. El domingo 12 de febrero ofreció su primer concierto en Miami, misión cumplida. Y sin olvidarse de las letras de sus canciones, una proeza.
Sí, han leído bien. La Pantoja tiene dificultades para recordar los temas que lleva cantando decenas de años. ¿Y qué hace? Llevar una chuleta mientras actúa en el escenario. A ver, que la gran mayoría de estrellas de la música hacen algo similar. No es que no se sepan su repertorio, es que lo llevan apuntado y lo tienen siempre a la vista por si pasara algo inesperado. Lo que hace a Isabel Pantoja diferente, sin embargo, es el método utilizado para evitar distracciones y ataques de amnesia transitoria. El suyo es cutre, de andar por casa. Tanto es así que la encargada de la tarea es su sobrina Anabel Pantoja. La influencer y estrella de Telecinco ha metido la pata y ha destapado el secreto de su tía, dejándolas bastante mal a las dos.
El método cutre de Isabel Pantoja para no olvidarse de las letras de sus canciones
Para que nos entendamos: los cantantes de primera categoría hacen lo mismo que los presentadores de televisión, seguir lo que se conoce como CUE o teleprompter. Un sistema que permite leer el guion mientras miran a cámara. También lo utilizan los políticos en actos electorales retransmitidos por tv y otras ocasiones extraordinarias. Incluso lo utilizan influencers, no es caro ni complicado. Esta es la herramienta profesional más adecuada, pero en el clan Panto las cosas son diferentes. Ella tiene unas pantallas instaladas en el suelo, donde la sobrinísima VIP va pasando las páginas con las letras de cada canción. ¿De qué manera? Pues con un Powerpoint, una presentación con diapositivas. Vendría a ser el paso tecnológico posterior a dibujar carteles con rotulador e ir pasándolos a toda velocidad. Así es el binomio Isabel-Anabel, monstruos de la técnica.
La sobrinísima Anabel Pantoja deja en ridículo a su tía cantante
De todo esto nos hemos enterado, evidentemente, gracias a Anabel, que lo casca todo en redes. Y como lo explica todo no mide bien las consecuencias. Que sí, que la mujer tiene que mantener a sus 1.7 millones de followers entretenidos, pero hay cosas que no hay que explicar. Ni siquiera bajo el pretexto "soy muy sencilla y muy normal", y tal. El efecto de su publicación no es demasiado positivo, más bien es una caricatura de la profesión. Un ridículo transoceánico queda más pomposo, seguro que así les gusta más.
La Panto no solo tiene lapsus económicos y familiares, también los tiene mientras canta. Que coma rabos de pasa.