La finca Cantora, ese enclave mítico donde Isabel Pantoja ha vivido algunas de las etapas más intensas de su vida, vuelve a estar en el ojo del huracán. Esta vez, la revelación proviene de Laura Cuevas, la hija del mayoral de la finca, quien desde su participación en Supervivientes 2025 ha soltado una bomba informativa: Felipe González visitaba Cantora con frecuencia y compartía encuentros con la tonadillera.

La noticia ha generado un revuelo monumental en la opinión pública, avivando especulaciones sobre la verdadera naturaleza de la relación entre la cantante y el exmandatario español. ¿Amistad, intereses comunes o algo más? Lo cierto es que el nombre de Felipe González nunca había estado vinculado a Cantora hasta ahora, y las declaraciones de Cuevas han abierto la caja de Pandora.

Un invitado de lujo en los veranos de Cantora

De acuerdo con las revelaciones de Laura Cuevas, la finca Cantora no solo ha sido testigo de los escándalos familiares de los Pantoja, sino también de las visitas de personajes ilustres que se mantenían en la sombra. Entre ellos, el expresidente del Gobierno Felipe González, quien, según Cuevas, frecuentaba la propiedad para disfrutar de la hospitalidad de Isabel Pantoja. "Han ido políticos como Felipe González. De eso nunca se ha hablado", confesó Cuevas.

Las visitas de González no eran encuentros esporádicos, sino que se repetían con cierta regularidad, según la exhabitante de Cantora. De hecho, Isabel Pantoja le habría prometido al líder socialista que en su casa comería "los huevos más ricos del mundo y las mejores papas". Un comentario aparentemente inocente, pero que ahora cobra un significado intrigante. ¿Qué más compartieron durante aquellas reuniones?

Los rumores ya han comenzado a dispararse. Algunos aseguran que el exmandatario sentía una gran admiración por la cantante y que su presencia en Cantora podría haber estado motivada por una profunda amistad. Otros, más osados, sugieren que podría haber habido una relación más cercana entre ambos, lo que explicaría la discreción con la que se manejaban estos encuentros. De hecho, en Cantora sucedían tantas cosas que, según Cuevas, "la vida allí... todos los veranos se podría escribir un libro".

El lado oscuro de Cantora: despidos y desencuentros

Pero no todo era glamour y encuentros con figuras políticas. Laura Cuevas también ha sacado a la luz el lado menos amable de su relación con Isabel Pantoja. Según relata, su familia fue desalojada de la finca de manera abrupta, lo que marcó el inicio de un distanciamiento que aún perdura. “De un día para otro (Isabel Pantoja) habló conmigo. Yo pronto me di cuenta de que allí había que hacer la pelota. Y me dijo que como mi padre estaba jubilado, que si íbamos ahí, podían multarle y quitarle la paga. 'El lunes viene aquí un matrimonio, con lo cusl el lunes tenéis que dejar la casa'", recordó Cuevas con amargura.

Este episodio, que según ella fue "traumático" para su padre, quien dedicó su vida a cuidar de Cantora, ha dejado una herida abierta en la familia Cuevas. Su padre “lo pasó muy mal cuando salió de allí, su vida fue Cantora siempre. Cuidó aquello muchísimo”, añadió, dejando claro que detrás de los muros de la finca no solo había fiestas y encuentros con famosos, sino también historias de desencuentros y despedidas dolorosas.