Tamara Falcó no es la única que está en boca de todo el mundo, por la supuesta crisis sentimental que atraviesa con su pareja, Íñigo Onieva, quien podría haberle sido desleal. Su madre, la filipina Isabel Preysler, también está de rigurosa actualidad. El motivo no es otro que el demoledor testimonio del que se ha hecho eco el programa Sálvame. El espacio de las tardes de Telecinco ha conseguido hablar con el que fuera chófer del Marqués de Griñón, padre de Tamara Falcó y con quien la Preysler se casó en marzo del 1980. Unas declaraciones que prometen traer cola, no la dejan en buen lugar y destapan cómo es en la intimidad. Primer plano de la ex de Julio Iglesias:
"Es muy modesta pero engaña a todo el mundo. Parece que no ha roto un plato en su vida, pero tela marinera". Esta es una de las muchas confesiones que Julio, el que fuera conductor del Marqués de Griñón, muerto en 2020 por culpa del coronavirus, ha concedido por teléfono al programa Sálvame. Y es que el chófer, según ha afirmado, conoce de primera mano cómo se las gasta Isabel Preysler. Pues trabajó con ella durante muchos años, desde que empezó a salir con Carlos Falcó hasta que se divorciaron. "No hay que fiarse de ella", ha asegurado.
Una conversación telefónica en la que Julio desvela jugosos datos de la vida privada de Isabel Preysler, que muchas personas desean conocer: "Va mucho a fiestas y siempre tiene a un peluquero en casa que la arregla", "Se levanta muy tarde" o "Por la mañana come mucha fruta" son algunos de los hábitos de la ahora pareja de Mario Vargas Llosa. Unas costumbres que, según Julio, se suman al de no tratar bien a sus empleados. "Si no trató bien al Marqués de Griñón, como quieres que nos tratara bien a nosotros", ha asegurado. "En lugar de servir filetes para comer, servía sardinas", ha desvelado, sacando a relucir el lado más tacaño de la Preysler. Una serie de vivencias que Julio asegura dejará escritas en un libro antes de morir. No lo hace ahora porque "si lo hago me matan". La Preysler, cazador, cazado.