Tamara Falcó e Íñigo Onieva se darán el ‘sí, quiero’ el próximo 8 de julio. Por fin se cumplirá el sueño de la marquesa de Griñón. Desde las últimas navidades está centrada en los preparativos de su boda. Pensaba que ya no se casaría tras la infidelidad del empresario de ocio nocturno, pero después de unos meses separados y de prometer que nunca volvería con él, se dieron una segunda y definitiva oportunidad. Si le vuelve a traicionar, ahora no le perdonaría. Sería una humillación más grande que la anterior.
Como buena católica, Tamara Falcó tiene unas ganas inmensas de convertirse en madre. Ya supera los cuarenta y pensaba que ese momento no llegaría nunca. De hecho, en una entrevista explicó que si no llegaba el hombre ideal nunca sería madre, y no pasaría absolutamente nada. Tenía muy claro que ella nunca sería madre soltera. Defiende el modelo de familia tradicional. Padre, madre e hijos. Con Íñigo Onieva cumplirá otro de sus sueños. Ella está convencida que el empresario es el padre ideal para sus hijos.
Isabel Preysler no lo ve tan claro. La ‘socialité’ no se fía de su yerno. Engañó a su hija y perfectamente podría volver a hacerlo. Vio a Tamara Falcó completamente destrozada y es algo que no piensa perdonar. Acepta que se casen porque es el deseo de su hija y es feliz, y eso se interpone ante todo, pero piensa vigilar al empresario con lupa.
Tamara Falcó quiere ser madre
Tamara Falcó e Isabel Preysler han hablado en numerosas ocasiones sobre su futura maternidad. La marquesa de Griñón le ha dejado claro que en cuanto se casen este verano lo intentarán hasta quedarse embarazada. Así que es probable que después de la exclusiva de la boda y la luna de miel llegue la del embarazo, una muy buena noticia.
La colaboradora televisiva tiene todo preparado, incluso el nombre del bebé, tanto si fuese niño como niña. Después de la infidelidad, en esta decisión Íñigo Onieva no ha podido expresar su opinión, solo asentar con la cabeza. Tamara Falcó es quien decidirá los nombres de sus hijos, y es que lo tiene muy claro desde hace años.
Si algún día se convierte en madre siempre soñó en hacerle un homenaje a sus padres. Tamara Falcó es tradicional hasta para ponerle el nombre a sus hijos. Si es niño se llamará Carlos, como su padre, si es niña se llamará Isabel, como su madre, algo que le encantaría a su abuela.