La relación entre la reina Sofía y su familia ha sido, desde hace años, distante y compleja, marcada por la falta de afecto genuino por parte de sus hijos y su esposo, el rey Juan Carlos. A lo largo del tiempo, ambos han vivido separados y, tras la partida de Juan Carlos a Abu Dabi, Sofía no ha mostrado interés en visitarlo. Los contados encuentros entre ellos se han producido únicamente en eventos oficiales, como bodas o funerales reales, lo que demuestra el deterioro casi absoluto de su vínculo matrimonial.

El matrimonio de Sofía y Juan Carlos nunca se basó en el amor. En su juventud, Sofía se enamoró del príncipe Harald de Noruega, un amor que no fue correspondido. Mientras tanto, Juan Carlos, por su parte, tuvo una relación con la periodista Olghina de Robilant, pero esta fue truncada por su padre, Juan de Borbón, quien interceptó una carta que podría haber cambiado la vida sentimental del futuro rey. Finalmente, Sofía y Juan Carlos se casaron, pero su relación fue desafortunada desde el principio. Aunque Sofía asumió con gran compromiso su rol como reina consorte, sufrió mucho al descubrir las infidelidades de su esposo.

Juan Carlos I y la reina Sofía
Juan Carlos I y la reina Sofía

La intimidad en su matrimonio era casi inexistente. Compartían poco tiempo juntos y su relación física solo se mantenía por el deber de asegurar un heredero varón, que llegó tras el nacimiento de sus dos hijas, Elena y Cristina. Después de cumplir con esa obligación, Juan Carlos inició una vida llena de aventuras extramaritales, acumulando una larga lista de amantes, entre las que destacan nombres como Bárbara Rey, Corinna Larsen y Marta Gayá, algunas de las cuales fueron relaciones más duraderas que otras.

La reina Sofía castigó a Isabel Preysler por los rumores de una complicidad con Juan Carlos 

En un momento dado, la reina Sofía consideró la posibilidad de divorciarse, pero su madre, la reina Federica, la convenció de no hacerlo. Federica la presionó para que volviera a España y mantuviera su posición de reina consorte junto a sus hijos. A pesar de aceptar su destino, Sofía se sintió traicionada y humillada, llegando a prometerse a sí misma que tomaría represalias contra las mujeres que se relacionaran con su marido. En este contexto, una de las figuras que más destacan es Isabel Preysler, con quien Sofía nunca ha mantenido una buena relación.

Recientemente, surgieron rumores que apuntan a que Isabel Preysler podría estar involucrada sentimentalmente con Alfonso Díez, el viudo de la duquesa de Alba. Alfonso mantenía una estrecha amistad con Sofía, especialmente durante los momentos difíciles de la enfermedad de la duquesa, lo que propició una comunicación frecuente entre ambos. La noticia de un posible romance entre Isabel y Alfonso ha despertado los celos de Sofía, quien, según se especula, pudo haberse enamorado de él en su momento, pero no lo hizo público debido a su posición como reina. El hecho de que Isabel muestre interés en Alfonso ha generado en Sofía la sensación de haber perdido una oportunidad que nunca pudo explorar.

La escritora Pilar Eyre, conocida por sus investigaciones sobre la familia real, ha afirmado que la relación entre Sofía y Alfonso Díez era especial para la reina, ya que le brindaba una vía de escape de su complicada realidad y le ofrecía momentos de felicidad. Se dice que se comunicaban a través de cartas y que existía un afecto mutuo significativo. Sin embargo, el rey Felipe VI, hijo de Sofía, no aprobaba esta relación y, en algún momento, habría prohibido cualquier contacto entre Alfonso y la Casa Real.

Isabel Preysler
Isabel Preysler

Los rumores sobre esta relación han sido avivados nuevamente por Pilar Eyre, quien ha dejado entrever la posibilidad de que la amistad entre Sofía y Alfonso pudiera haber sido más profunda de lo que se ha revelado públicamente. Otra periodista, Beatriz Cortázar, ha mencionado que su cercanía comenzó mucho antes de la muerte de la duquesa de Alba, durante los largos meses de enfermedad de la noble. Aunque nunca se ha confirmado si hubo una relación amorosa entre Sofía y Alfonso, tanto Eyre como Cortázar han preferido no utilizar la palabra "amor", aunque tampoco descartan que pudiera haber existido algo más entre ellos.

Curiosamente, cuando el rey Juan Carlos fue informado sobre estos rumores, se dice que reaccionó con humor, restando importancia a la situación y bromeando sarcásticamente sobre la posibilidad de que su esposa estuviera involucrada sentimentalmente con Alfonso.