Isabel Preysler ha sido siempre una de las mujeres más influyentes de la alta sociedad española. Su habilidad para enamorar a hombres poderosos la ha convertido en la indiscutible "reina de corazones". Sin embargo, su nombre también ha figurado en una lista muy especial: la de las sospechosas de haber intentado conquistar al rey Juan Carlos I. Y quien más recelos tuvo al respecto no fue otra que la reina Sofía, quien, según fuentes cercanas, siempre desconfió de la socialité filipina.

Desde los primeros años de su matrimonio, Sofía de Grecia supo que su esposo no era precisamente un hombre fiel. El monarca mantenía innumerables relaciones extramatrimoniales, algunas fugaces y otras más profundas, como las que sostuvo con Bárbara Rey, Corinna Larsen y Marta Gayà. Ante esta situación, la reina optó por una estrategia de supervivencia: la indiferencia pública y la vigilancia en la sombra.

Acompañada por su hermana Irene de Grecia, Sofía tejió una red de informantes para mantenerse al tanto de los deslices de Juan Carlos. “Cuando Sabino estaba en la Casa, era su paño de lágrimas y confidente. La reina no sabía si eran varias amantes o solo una, pero muy paseada”. Preguntaba: “¿Es Bárbara?”. Y sabía leer en la expresión del jefe de la Casa como en un libro abierto. “¡Siempre acertaba!”, reveló Pilar Eyre. Fue así como descubrió los nombres de varias mujeres que orbitaban peligrosamente cerca del rey. Entre ellas, Isabel Preysler, cuya cercanía con los círculos más exclusivos de la aristocracia encendió las alarmas en la Zarzuela.

Isabel Preysler, una amenaza para la Casa Real

No es un secreto que Isabel Preysler ha sabido rodearse de hombres poderosos. Desde su matrimonio con Julio Iglesias hasta su relación con el premio Nobel Mario Vargas Llosa, su historial amoroso ha estado marcado por figuras de gran renombre. Pero, ¿llegó a intentar conquistar a Juan Carlos I? Las sospechas de la reina Sofía no eran infundadas. Según fuentes cercanas a la Casa Real, la madre de Tamara Falcó habría mantenido un trato demasiado cercano con el monarca en eventos privados. Su carisma, elegancia y capacidad de seducción fueron suficientes para que Sofía la colocara en su lista negra, junto a otras mujeres de la alta sociedad, como Tita Cervera.

La venganza silenciosa de la reina Sofía

Aunque nunca hubo pruebas contundentes de una relación entre Isabel y Juan Carlos, la frialdad con la que Sofía trataba a la socialité era evidente en cada encuentro público. La emérita, quien siempre se mostró como una mujer serena y educada, no disimulaba su incomodidad cuando coincidía con Preysler en actos oficiales o reuniones privadas. A pesar de no haber podido divorciarse de Juan Carlos, la reina Sofía encontró formas de hacer pagar a sus rivales. A lo largo de los años, utilizó su influencia para dificultar la vida de las mujeres que, según ella, se interpusieron en su matrimonio. Ejemplo de ello fue la estrategia que utilizó contra Corinna Larsen, logrando que el hijo de esta no fuera admitido en los círculos aristocráticos ingleses. En el caso de Isabel Preysler, la reina optaba por el desprecio y la exclusión social.